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Tras la muerte de Karl Lagerfeld, la gata Choupette heredará parte de su vasta fortuna, pues la mascota del afamado diseñador era su acompañante predilecto y ambos tenían una relación muy especial.
El mimado felino formaba parte de los viajes en vuelos privados de Lagerfeld, incluso era atendido exclusivamente por dos sirvientes del hombre insignia de Chanel.
Tanto era el amor que le tenía a su gata que le asignó un guardaespaldas y le diseñó su propia recámara en el hotel Crillon de París, incluso comía junto a él en la mesa en una vajilla de plata.
“Choupette es el centro de mi mundo. Es una especie de Greta Garbo, tiene algo inolvidable en su manera de moverse. Me inspira por su elegancia y su actitud”, comentó el diseñador.
Por increíble que parezca, Choupette tiene 50 000 seguidores en Twitter y 122 000 en Instagram, demostrando que es casi tan famosa y aclamada como su fallecido amo.
En varias ocasiones, Lagerfeld, quien también era agente artístico de su mascota, aclaró que nunca se quedó con los tres millones de euros que su gata ganó en contratos publicitarios.
Seguramente Choupette extrañará a partir de hoy a su amo; sin embargo, podrá sanar el dolor de su ausencia durmiendo en millones de euros, reportó CNN.
