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Pese al inobjetable triunfo de Luis Miguel Barbosa Huerta en las pasadas elecciones extraordinarias, Morena vivió una jornada electoral para el olvido en la capital poblana y en la zona metropolitana, donde obtuvo menor cantidad de votos que Acción Nacional.
Aunque muchos quieran ocultar la realidad, Morena recibió un voto de castigo por parte de la sociedad poblana, generado por el bajo nivel de trabajo de diversos alcaldes del área metropolitana.
Ya lo dijo bien el virtual gobernador electo, Morena debe analizar qué está haciendo mal para estar por debajo del PAN en las preferencias electorales, lo que da muchas esperanzas al blanquiazul de regresar a gobernar los ayuntamientos que dejó en manos de las huestes morenistas.
Esta debacle tiene nombres y apellidos. Debemos comenzar, por supuesto, con la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, que llegó con total respaldo social y en solo 7 meses ha caído de la gracia de los capitalinos, quienes ven un nulo trabajo, indolencia y hasta indiferencia.
Declaraciones polémicas como culpar a la sociedad del ambulantaje, escasas obras a favor de la gente y no asumir su responsabilidad en el Ayuntamiento de Puebla colocan a Rivera Vivanco como un punto en contra para Morena en materia electoral.
Vámonos a la zona conurbada, concretamente a San Andrés Cholula, donde Karina Pérez Popoca ha decepcionado magistralmente a los sanandreseños, pues como Rivera Vivanco, parece que no ha comprendido que es la máxima autoridad de este municipio y debe ponerse a trabajar en favor de sus gobernados.
Pérez Popoca se ha pasado sus primeros meses de administración queriendo copiar al presidente Andrés Manuel López Obrador, solo que lo ha hecho de una manera burda, ejemplo claro es cuando quiso poner a consulta ciudadana la existencia o no de un sindicato del ayuntamiento.
Dicen las malas lenguas que el voto de castigo sanandreseño tuvo varios exponentes en trabajadores del mismo gobierno municipal.
Luis Alberto Arriaga Lila podría llevarse el premio como el alcalde más improductivo que ha pisado tierras cholultecas. El edil de San Pedro Cholula, empleado obviamente de José Juan Espinosa, es uno de los principales responsables de la debacle morenista.
El otrora lector de noticias -periodista es un término que le queda muy grande- ha puesto oídos sordos a las necesidades de San Pedro y a la ola de violencia que se vive en ese municipio. Por supuesto, se da tiempo para hacer viajes al extranjero mientras su municipio es un caos.
De la alcaldesa de Cuautlancingo, Lupita Daniel, no podemos decir nada. Literal, ha pasado tan de noche que este columnista tuvo que googlearla para no errar en su nombre. Su nulo trabajo fue un factor para que Morena cayera en las preferencias.
Si agregamos a diputados locales y federales entre los culpables de la catástrofe morenista, debemos nombrar al siempre impresentable Héctor Alonso Granados, al conflictivo José Juan Espinosa y a la irreverente e improductiva Nayeli Salvatori Bojalil.
A diferencia de todos los mencionados, el único que se salva de esta debacle de la 4T es el diputado Emilio Maurer Espinosa, quien ha sorprendido a propios y extraños -me incluyo- con su trabajo en el Congreso local.
Lo anterior se vio reflejado para bien en la pasada jornada electoral, pues el Distrito 11, que representa Maurer Espinosa, es el único que no tuvo números negativos para Morena.
Ya queda en las manos de los culpables de la debacle de Morena seguir en el limbo o poner manos a la obra, pues para eso les pagan y muy bien.
