“Las goteras”, el grupo delincuencial que también ha operado en Puebla

“Las goteras”, el grupo delincuencial que también ha operado en Puebla

Foto: Freepik

En la capital del país, la Ciudad de México, nuevamente se prenden las alarmas debido a la reactivación de un grupo delincuencial que ataca en antros y bares de la entidad. Se trata de las “las Goteras", grupos de hombres y mujeres que atacan acercándose para entablar una conversación o “ligar”, para luego arrebatarles sus pertenencias mediante la sumisión química.

 

Es un problema que enciende las alarmas en la capital del país, ya que son grupos de personas cuyo fin es abusar de sus víctimas atacando en bares y antros con sustancias químicas que, mezcladas con bebidas alcohólicas, duermen a las personas. Se tienen reportes de estos grupos de “goteros” operando en lugares como la colonia Juárez, la Zona Rosa, la Condesa o en Garibaldi.

 

Si bien es un asunto que desde el 2010 está presente en la CDMX, la realidad es que, como muchos otros ilícitos, las “goteras” se han extendido en casi todo el país. Es bien sabido que el grupo está presente en el Estado de México, Morelos, Hidalgo y Puebla, entidad en la que han llamado la atención por sus robos a personas en antros y bares, pero también aplicaciones de citas altamente concurridas.

 

 

 

Los casos más notables de “goteras” que se dieron en Puebla no se centraron únicamente en ir a un bar y simular una conversación, sino que lo trasladaron al ámbito digital. En mayo del 2020, aún con la pandemia de covid encima, los “goteros” usaron aplicaciones de citas como Tinder o Grindr para conocer a personas y pactar una cita, para luego robarlas.

 

La forma en que opera la célula criminal en Puebla es mediante un grupo de mujeres que se acerca a sus víctimas, casi en su totalidad hombres, para simular un encuentro que luego se trasladaba a un hotel. Ahí, las mujeres ponen gotas para los ojos en las bebidas de los hombres, con lo que los duermen y luego les roban sus pertenencias, con especial fijación en los automóviles.

 

Por otra parte, cuando se usan las aplicaciones para atraer a sus víctimas el modus operandi es diferente. En primer lugar, primero se fijan especialmente en aquellos perfiles de hombres que buscan encuentros sexuales a como dé lugar, con quienes pactan una cita en un hotel o en sus casas, para luego drogarlos y quitarles todo, ya sea dinero, pertenencias de valor y automóviles, aunque en algunos casos, no conformes con el robo, terminan quitándoles la vida.

 

Particularmente en Puebla, el año pasado se dio a conocer una forma de sumisión química en la que no fue necesario ni siquiera entablar conversación con la víctima, ya que intentaron drogarla en medio del transporte público. Una joven expuso que en un vagón del RUTA una persona le roció una especie de gas que despedía un olor fuerte que rápidamente empezó a marearla.

 

En ese entonces la víctima reportó que no tuvo una afectación mayor debido a que fue auxiliada y el ilícito no prosperó, pero no pudo ver quién intentó drogarla o con qué fin; sin embargo, este caso evidenció una forma de “goteros” completamente diferente a lo que se conocía de este tipo de sumisiones.

 

¿Qué es la sumisión química?

 

Como se dijo anteriormente, las bandas de “goteras” se basan en la sumisión química para aprovecharse de sus víctimas, pero esta es una práctica que no toda la gente conoce, lo mismo que las sustancias que usan. La sumisión química se refiere al uso de sustancias sicoactivas para manipular a personas o, como lo dice el nombre, someterlas sin necesidad de emplear fuerza física.

 

Existen dos tipos de sumisiones químicas, la voluntaria y la involuntaria. La primera es cuando se da deliberadamente una sustancia sicoactiva con la que se inhibe por completo el juicio de una persona con el objetivo de abusar de ella. La segunda modalidad es aquella en la que alguien ingiere voluntariamente alguna sustancia, drogas o alcohol, y otro sujeto se aprovecha de la situación.

 

Los efectos de la sumisión química incluyen la alteración del estado de conciencia, la amnesia moderada y temporal, alucinaciones, desinhibición, y en casos donde hay una sobredosis, se da un paro cardiorrespiratorio que puede llevar a la muerte.

 

Alguien que es sometido con químicos se ve incapacitado para dar su consentimiento u oponerse ante situaciones como abusos sexuales o robos. La forma en que se hace es generalmente con sustancias que se suministran mediante bebidas alcohólicas, o bien, en algunos casos se usan aerosoles que se rocían directo a la cara de la víctima para que esta se vea sometida.

 

En el caso de las bandas de “goteras”, estas reciben tal nombre porque se dice que usan gotas para los ojos. En específico, las sustancias más usadas para este tipo de sumisiones son las Benzodiacepinas, un grupo de medicamentos que incluye el alprazolam, midazolam, flunitrazepam, oxazepam, diazepam, lorazepam y el clonazepam, la mayoría depresores del sistema nervioso central que al combinarse con alcohol resulta peligroso.

 

También están los antihistamínicos, que son medicamentos como la clorfenamina y la difenhidramina, que se utilizan para el tratamiento de alergias, pero que también causan alucinaciones y cuadros de sicosis. Otras sustancias usadas son los antidepresivos, que se emplean para alterar el estado de ánimo y que igualmente sirven para causar somnolencia, sedación y pérdida de la conciencia.

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