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En el trigésimo aniversario de la cumbre de El Cairo, donde 179 países acordaron una agenda para priorizar la salud y los derechos reproductivos de las mujeres, Naciones Unidas presentó un informe que destaca logros, pero también los desafíos persistentes en este ámbito.
Según el informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la mortalidad materna se redujo un 34 % gracias a la cooperación internacional, pero advirtió que existe un estancamiento en los últimos años, ya que alrededor de 800 mujeres mueren diariamente durante el embarazo o el parto, principalmente en países africanos.
Entre los avances más importantes está la reducción de un tercio en los embarazos adolescentes, el doble de mujeres con acceso a anticonceptivos, leyes contra la violencia de género en 162 países y un tercio menos de infecciones por VIH.
Sin embargo, aún persisten desigualdades que afectan a las mujeres pobres, pertenecientes a minorías étnicas, raciales, indígenas o que viven en entornos de conflicto, lo que las hace más vulnerables a no recibir la atención sanitaria adecuada.
El informa también señala que una cuarta parte de las mujeres no puede negarse a tener relaciones sexuales con su pareja y que las mujeres con discapacidad tienen hasta 10 veces más probabilidades de sufrir violencia de género, incluida la violencia sexual.
Neus Bernabeu, portavoz del Fondo de Población de Naciones Unidas, subrayó la necesidad de superar los obstáculos persistentes, como la discriminación y el estigma, así como el retroceso en los derechos reproductivos de las mujeres por la extrema derecha.
“El serio retroceso de derechos de las mujeres en el que la extrema derecha se pone de acuerdo exige ser conscientes y disponer de estrategias para superar esa pulsión reaccionaria”, aseguró Bernabeu.
