El dolor en sí mismo no es un mal que tengamos que evitar a toda costa.
El dolor es un maestro que nos puede enseñar muchas cosas.
El dolor nos instruye, nos dice que cambiemos, que dejemos de hacer una cosa y emprendamos otra, que dejemos de pensar en cierta forma y empecemos a pensar en forma diferente.
Y cuando nos negamos a escuchar al dolor y a sus enseñanzas, lo único que nos queda es convertirnos en escapistas.
Efectivamente, lo que decimos es:
no voy a escuchar,
no voy a aprender,
no voy a cambiar.
Las personas abiertas y que van creciendo no toman a regañadientes la pedagogía del dolor y buscan el cambio.
Intentan respuestas y correcciones adecuadas.
Los otros no escuchan las enseñanzas del dolor.
Se contentan con establecerse y vivir con el 10 % de su potencial humano. Se contentan con morir, sin haber realmente vivido.
Mediante las verdaderas y permanentes relaciones del amor, podemos recobrar la aceptación de nosotros mismos, la realización de lo que valemos.
Si poseemos estas dos cualidades, todo lo demás se irá desplazando en dirección del crecimiento, por el sendero de la paz.
Cuando faltan el amor y el sentido del valor personal, lo único que queda es una existencia parcial.
Y así solo podremos lograr una fracción de lo que pudimos haber logrado y sido.
Aprendamos del dolor.
Notas Relacionadas
Entre el Grito y el caldo… la cruda realidad de las fiestas patrias
15 de septiembre de 2025
¿Estuvo bueno el Grito? Remedios para después de la fiesta mexicana
15 de septiembre de 2025
Y a ti, ¿qué te hace sentir orgulloso de ser mexicano?
15 de septiembre de 2025
Armenta alista su primer Grito de Independencia con llamado a la igualdad
15 de septiembre de 2025
Implementa Amozoc operativo de seguridad por fiestas patrias
15 de septiembre de 2025
Agua de Puebla alerta a no dejarse engañar por falsos gestores que prometen eliminar adeudos