Tener una persona mayor en casa es un privilegio, una gracia, un don de Dios.
El abuelo es un testigo de nuestro pasado, es una raíz de nuestro ser.
Cuando un abuelo es rodeado de cariño y afecto por sus nietos, toda la casa se llena de luz.
No importa que al abuelo se le olviden las cosas, que nos cuente la misma historia varias veces, que se le caiga la ceniza del cigarro, eso es natural.
Lo importante es que si le miramos a los ojos, ojos sin brillo, veamos en ellos, la sabiduría remansada por el tiempo.
Tenemos que recordar que , tal vez, un día, nosotros ocuparemos su sillón...nos querrán si hemos querido.
Nos harán felices si hemos repartido felicidad.
Notas Relacionadas
Ariadna Ayala invita a inscribirse en cursos artísticos navideños del DIF Atlixco
06 de noviembre de 2025
Severiano de la Rosa apoya a mayordomías y fortalece unidad comunitaria de Amozoc
06 de noviembre de 2025
Gobierno Estatal entrega 110 millones en apoyos de vivienda a 12,000 policías
06 de noviembre de 2025
Gobierno Estatal entrega 110 millones en apoyos de vivienda a 12,000 policías
06 de noviembre de 2025
Atienden SEP y SALUD más de 132,000 estudiantes en revisiones bucal y visual
06 de noviembre de 2025
Anuncian la edición 17 del Festival Internacional de Puebla 2025