Hay vocaciones que se llevan en la sangre y no se pueden dejar. Cuando el capitán de bomberos de Texas Craig Moreau se dirigía junto con su esposa el pasado lunes a su casa y vio un tractocamión incendiándose, no pudo dejar de lado su pasión y se detuvo de inmediato para brindar auxilio.
El problema es que no tenía a la mano ninguna manguera de presión y tampoco podía arriesgarse a esperar a sus compañeros bomberos, so pena de que el camión explotara y una desgracia mayúscula tuviera lugar. El extintor de su auto tampoco fue suficiente para mitigar las llamas.
Entonces se acercó de forma temeraria al tractocamión en llamas, cuando se percató de que este transportaba grandes cantidades de cerveza que el chofer se disponía a repartir entre los establecimientos de la zona. Intrépido, Moreau tomó las latas que no estaban calientes, las agitó, y roció el contenido sobre el camión ardiendo.
El chofer del camión repartidor imitó la acción del bombero y juntos pudieron poner fin al incendio, evitando así que el fuego se extendiera y con el resultado de cero víctimas humanas.
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