Se estrella el “Canal de las Estrellas”

Se estrella el “Canal de las Estrellas”

A tan solo cuatro meses de haber sido lanzados al aire, Televisa canceló la programación estelar de la barra noticiosa de las 11:30, lo que significa que terminan las transmisiones de programas como el de Joaquín López Dóriga o Víctor Trujillo “Brozo”. Además, ya se habla de un recorte de personal que afectaría hasta 20 % de los trabajadores.

 

Este hecho representa sin duda el fracaso del nuevo “relanzamiento” de Televisa, que buscaba posicionar a la empresa tras el declive prolongado e ininterrumpido que había experimentado desde por lo menos 2012. Al mismo tiempo, la cancelación de estos programas significa la derrota de los contenidos de análisis, tan necesarios para el periodismo de nuestros días.

 

Muchos ya hablan de que en el lugar de Adela Micha y “Los Alebrijes”, Televisa apostará por series estadounidenses o bien producidas desde México, algunos programas de comedia y otros de índole deportivo, pero en definitiva, no volverán los contenidos de análisis, reportajes o comedia política, como era el programa de Brozo. 

 

La noticia sorprende no solo por lo rápido que fracasó el intento de Televisa por replantearse y presentarse ante el público con una “nueva cara”, sino también por el peso de las figuras que hoy fueron echadas del aire, algunas de ellas directamente hacia el desempleo. Es el caso de Víctor Trujillo y de Adela Micha. El primero se va con todo su equipo de escritores y analistas, mientras que a la segunda, la cancelación de “La entrevista…” se le juntó con su salida de grupo Imagen.

 

A través de sus redes sociales, Micha ha agradecido a su empresa y ha dicho que su salida del aire representa una vuelta a la “libertad”, debido a que en los últimos años la periodista no había tenido “puentes” ni días feriados y había tenido que sacrificar muchas veces la comodidad de su familia a cambio de la fama que representa ser un líder de opinión en México. Sin embargo, también ha reconocido estar preocupada por el hecho de que ahora se quedó sin trabajo.

 

Si personajes de renombre como “Brozo” o la propia Micha han sido despedidos por una de las empresas más poderosas del continente, cuánto más podrían esperar los trabajadores con menos influencias. Es por eso que “la reestructuración” de Televisa contempla también un recorte de hasta 20 % del personal que trabaja en el área de contenidos y noticias, lo que según cálculos, podría implicar más de 3,000 trabajadores que a partir del 1 de enero quedarán en la calle.

 

Tanto López-Dóriga como Adela Micha han precisado que su salida de la pantalla no fue motivada por la falta de audiencia o “rating”, sino más bien por razones comerciales. Es decir, que para Televisa no era ya rentable producir una serie de programas que no necesariamente se “vendían” al precio esperado, es decir, que el costo de producción era superior a lo recuperado a través de la publicidad vendida durante los espacios publicitarios en ese horario.

 

En otras palabras se confirma lo que ya se había dicho: a los anunciantes ya no les interesa tanto como antes invertir cantidades millonarias en programas televisivos que no necesariamente son vistos por los más jóvenes y ahora apuestan más bien por el internet. Razones como la libertad de expresión que aparentemente se respira en ese medio (internet), han influido para que los receptores se inclinen por plataformas de tipo digitales, que ahora se cotizan mucho más caras entre los anunciantes.

 

Pero al mismo tiempo, lo que le sucede a Televisa es un buen ejemplo para que el resto de los medios de comunicación se den cuenta de que la falta de credibilidad tarde o temprano pasa factura entre los televidentes –o lectores, radioescuchas o lo que sea–. Por lo pronto, la cancelación de programas como “Si me dicen no vengo”, que había tenido buena recepción entre las audiencias, es un anuncio tenebroso de lo difícil que será 2017 para todos.

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