
La que en su momento fue una de las constituciones más modernas de sus tiempos, hoy es un documento remendado con casi 700 modificaciones del texto original; sin embargo, de acuerdo con especialistas, está adecuada a los tiempos que vivimos.
La constitución de hoy tiene muy poco que ver con la que se redactó y promulgó en 1917 en la ciudad de Aguascalientes, pues ha dado vuelcos de 180 grados, como en el caso del estatus de los energéticos, que pasaron a ser propiedad exclusiva de la nación a un bien nacional que se puede concesionar a terceros para su explotación.
También se ha adecuado a los tiempos modernos, incluyendo conceptos como la no discriminación y el respeto a loa derechos humanos, pero al mismo tiempo se ha llenado de una serie de vericuetos y transitorios que la hacen complicada de entender y un documento muy alejado a la sencillez que debe caracterizar a un texto constitucional.
Personas como Luis Miguel Barbosa afirman que hoy la Constitución es incomprensible sin la lectura de todos sus artículos transitorios, que dicen en ocasiones una cosa totalmente contraria a la que plantea el artículo que los remite. Por otro lado, juristas y magistrados opinan que nuestra Constitución sigue siendo de las mejores, mas solo le falta una cosa: que se aplique como es debido.