
Lo que hasta hace unos años era la dosis de adrenalina entre los estudiantes poblanos, poco a poco se ha ido perdiendo. El irse de pinta en estos tiempos ya no es tomado como una opción para ir en contra de lo establecido.
Lo anterior no significa que el ausentismo escolar haya bajado. Por el contrario, los estudiantes ya prefieren mejor ni pararse en la escuela para salir a un rato de esparcimiento con los amigos.
Y es que hoy en día estudiantes de secundaria y bachillerato han obtenido mucha libertad por parte de los padres de familia, lo cual se convierte en libertinaje que a veces trae consecuencias mayúsculas como alcoholismo o embarazos no deseados.