
Escondido entre plantas y junto al lago de La Concordia, en el corazón de la zona de Los Fuertes, emerge un gigante histórico que ha quedado en el olvido de los poblanos, pese a los pasajes inolvidables que se han vivido en sus gradas y su cancha.
El Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza es uno de los primeros inmuebles de este tipo que se construyeron en Puebla. Fue inaugurado en 1952 y albergó la olimpiada nacional, posteriormente se convirtió en la casa de los Pericos de Puebla y del Puebla de la Franja.