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A la convocatoria del presidente Andrés Manuel López Obrador a un frente de defensa desde la última frontera de Latinoamérica, Tijuana, contra las presiones de Estados Unidos por imponer una política arancelaria ante la crisis de migrantes que intentan llegar a la nación del norte en búsqueda de una mejor vida, ya se han sumado numerosos gobernadores, legisladores, líderes de partidos y hasta empresarios del Consejo Coordinador Empresarial.
Entre la lista de quienes asistirán a Tijuana, Baja California este sábado, están el gobernador interino Guillermo Pacheco Pulido y el virtual gobernador electo, Miguel Barbosa Huerta, quienes respondieron al llamado del mandatario federal para la unidad y la soberanía nacional contra una crisis que se avecina impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
¿Otro mitin más?
Mientras la mayoría de los gobernadores, entre ellos algunos emanados de Morena, PRI y hasta del PAN como el queretano Francisco Domínguez se han sumado, grupos antagónicos al gobierno lopezobradorista han señalado que se trata pues, de un mitin más que no resolverá nada y que incluso agravaría la situación.
Coparmex y los dirigentes panistas han cuestionado la estrategia al señalar que sería un evento político y no así una verdadera respuesta contra la amenaza comercial de cobro de 5 por ciento de aranceles de Estados Unidos a partir del lunes y su avance hasta llegar a un 25 por ciento.
Sin embargo, el mitin, que promete la presencia de cuando menos 20,000 personas ha sido bien visto por la mayoría de las autoridades y líderes en México, incluyendo los religiosos, al señalar que se trata de un llamado para promover la unidad en el país ante un escenario adverso.
Fue incluso el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien ha tenido sus diferencias con el presidente, quien señaló que este evento, al que se sumará, tiene el potencial para que se haga notar hasta Washington, Estados Unidos, lugar donde reside el gobierno norteamericano.
El mandatario emanado de Movimiento Ciudadano pidió a través de Twitter “enviar un mensaje tan fuerte y tan claro que retumbe hasta Washington”.
El evento será este sábado en punto de las 17:00 horas, hora local, en Tijuana, Baja California, siendo las 20:00 en la capital estadounidense, y desde ahí, el presidente dará un mensaje para pedir a Donald Trump su desistimiento de la amenaza comercial y se abra a una solución pacífica toda vez que el gobierno de México ha actuado para frenar la migración masiva por razones de seguridad más que por capricho de otro país.
El simbolismo
Dado que históricamente ha sido el presidente Andrés Manuel López Obrador un hombre forjado desde los mítines y resistencias civiles, no existe otro modo para él para hacer frente a las denuncias que plantea encabezar.
Fue lo mismo cuando aún no era presidente, sino líder de la izquierda mexicana cuando pidió freno a varias políticas de gobiernos anteriores y fue así como forjó la campaña presidencial exitosa del año pasado.
El hecho de llegar hasta Tijuana, que se trata de la última ciudad de toda Latinoamérica, la última frontera de México y el paso más importante de mercancía en todo el mundo, evoca el simbolismo de la defensa a las puertas de una nación y de una región.
El simbolismo de la solidaridad y la unión es lo más importante de este movimiento a sabiendas que poco hará Donald Trump tras ver 20,000 mexicanos, o más, unidos a las puertas de Estados Unidos.
