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La justicia de EEUU acusó formalmente al magnate Jeffrey Epstein de trata con fines de explotación sexual y conspiración por presuntamente abusar de decenas de adolescentes menores de edad hace más de una década, informaron los fiscales del caso en una resolución publicada el lunes.
"Durante muchos años, el acusado, Jeffrey Epstein, explotó sexualmente y abusó de decenas de niñas menores (de edad) en sus hogares en Manhattan, Nueva York, y Palm Beach, Florida, entre otros lugares", sostuvo el fiscal general Geoffrey Berman en el documento de la Corte de Distrito para el Distrito Sur de Nueva York.
Más tarde, durante una conferencia de prensa, Berman instó a otras posibles víctimas de Epstein a contactarse con el Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés).
Epstein, de 66 años, fue arrestado el sábado en el aeropuerto Teterboro, de la ciudad de Nueva Jersey, cuando regresaba a EEUU desde París en su avión privado.
El multimillonario había sido previamente señalado en una investigación del año 2005 por supuestamente haber buscado servicios sexuales con adolescentes de 14 y 15 años.
Sin embargo, Epstein cerró un trato con los fiscales del estado de Florida y se declaró culpable de los cargos de solicitar servicios sexuales, por los que pasó 13 meses en prisión.
El acuerdo fue ampliamente criticado por ser considerado muy indulgente.
Berman dijo que el estado de Nueva York no tiene obligación alguna respecto de lo acordado en Florida y afirmó que los fiscales buscarán que Epstein espere el juicio en prisión, ya que existen riesgos de que pretenda huir.
El día en que Epstein fue arrestado, entre la evidencia hallada en un allanamiento en su mansión de la ciudad de Nueva York, había fotos de lo que aparentaban ser adolescentes menores de edad desnudas, explicó el fiscal.
Los nuevos cargos contra el magnate suponen una pena de hasta 45 años de prisión, por lo que, dada su edad, el acusado podría pasar el resto de su vida tras las rejas.
La acusación sostiene que Epstein creó una red de jóvenes mujeres, a algunas de las cuales les pagaba para que reclutaran adolescentes menores de edad.
Según la fiscalía, el acusado sabía que las víctimas que explotaba eran menores de edad.
