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Hoy, el exfutbolista Salvador Cabañas está de manteles largos, pues el exjugador del América cumple 39 años, algo que prácticamente es un milagro después de haber recibido un balazo en la cabeza mientras estaba en un bar de la Ciudad de México, en 2010.
El paraguayo llegó a derrochar talento a nuestro país en el torneo Apertura 2003 con los extintos Jaguares de Chiapas. Para el torneo de Clausura 2006, Cabañas ganó el título de goleo con el cuadro chiapaneco al anotar 11 tantos, lo que despertó el interés de los equipos grandes de la Liga MX.
Para el Apertura 2006, el delantero llegó al América para jugar al lado de Cuauhtémoc Blanco, teniendo una adaptación lenta en el cuadro de Coapa. No obstante, con la salida del “Cuau”, Cabañas tomó el papel protagónico del equipo y junto con Guillermo Ochoa, se convirtieron en los estandartes del americanismo.
El 18 de enero de 2009, “Chava” marcó su gol 100 en el balompié azteca ante el Santos Laguna, dejando claro que era uno de los extranjeros más redituables de la liga.
Sin embargo, el 25 de enero de 2010, el astro paraguayo fue víctima de un atentado al recibir un impacto de bala en la cabeza en un antro llamado “Bar Bar”, que era uno de los preferidos de Cabañas.
Tiempo después fue revelado que el agresor era un narcotraficante apodado “el JJ”, quien recientemente recibió una condena de 20 años de prisión.
Tras el percance, Cabañas se alejó del futbol y regresó a vivir a casa de sus padres en Itauguá, Paraguay, para trabajar en una modesta panadería, propiedad de su familia.
No obstante, hizo un curso para volverse entrenador y dirigió las fuerzas inferiores del Deportivo Capiatá. También se desempeñó como auxiliar técnico de Gabriel Caballero en el Independiente de Paraguay, lo que ha mantenido al llamado “Mariscal” cerca del deporte que ama y que alguna vez lo llevara a la cima del éxito.
