Jugar a las vencidas

Jugar a las vencidas

Tres gigantes de la producción y sobre todo de la comercialización de fármacos con el gobierno mexicano, y que por lo tanto están en vías de disminuir tal capacidad, recibieron un fuerte golpe en sus prácticas monopólicas y de presión política para doblegar al gobierno del presidente Andrés Manuel con la adquisición del medicamento metotrexato para atender el cáncer entre niños, y cuya insuficiencia en instituciones públicas, como es natural, causó el malestar e indignación de los padres de familia. Y generó un material informativo extraordinario para someter a la impugnación sin matices a las autoridades del sector salud. Todo sea por la puja de la pauta publicitaria con métodos antiéticos.

 

La denuncia de los angustiados padres por la escasez del medicamento y las aclaraciones impertinentes del secretario de Salud, Jorge Alcocer, fueron suficientes para que cobrara carta de naturalidad esa caricatura de que se trata de hacer cirugía con bisturí, pero los funcionarios de la cuarta transformación la hacen a machetazos. Figura que se convirtió en lugar más que común, de los analistas identificados con Héctor Aguilar Camín y su grupo Nexos, tan venido a menos en términos mercantiles en los últimos 10 meses.

 

Desde tierras yucatecas, en Oxkutzcab, AMLO advirtió a los negociantes de la salud, de los que contaban con extraordinarios  negocios a base de moches con funcionarios de Enrique Peña –el travesti turista neoyorquino–, que no se dejará sobornar ni doblegar por las tres empresas que acaparaban la venta de medicinas al gobierno, y tras compararlas con los huachicoleros denunció que quisieron jugar a las vencidas” con su gobierno, advirtiéndole que México se quedará sin medicamentos.

 

La respuesta presidencial ante la insolencia fue clarísima, si no hay precios justos el gobierno seguirá comprando las medicinas en el extranjero, como hizo con el metotrexato para atender a niños con cáncer, a pesar de que boicotearon al sector salud. Y el viernes llegó el primer cargamento procedente de Francia.

 

“Nada de que vamos a comprar los medicamentos 200, 300% más de lo que realmente valen en los laboratorios. Eso se acabó”, sentenció Obrador sin matices durante la gira por dos hospitales rurales de Yucatán y Campeche, donde informó que las tres firmas que vendían 70% de 90 mil millones de pesos de medicamentos y materiales de curación al gobierno en 2018 –con Peña–, estaban “muy vinculadas a los poderosos”.

 

Y una parte de los poderosos, encabezada por los Claudio X. González, padre e hijo, resiste con firmeza los proyectos y las políticas gubernamentales por la vía del llamado “cartel de los amparos” frente a Santa Lucía, Dos Bocas y el Tren Maya.

 

Detalló el titular del Ejecutivo que los monopolizadores de la comercialización medicinal son “voraces y la única justificación que dan es que entregaban moches para tener esos contratos”. Tenían que sobornar a las autoridades. “Nosotros ya no permitiremos los sobornos, y por eso se van a seguir comprando los medicamentos en México si dan precios justos y hay utilidades razonables. Pero si no quieren así y van a querer sabotear para que no tengamos los medicamentos, los compramos en el extranjero. La salud del pueblo de México es primero”.

 

Palabras y compromisos del presidente que son para hacerlos propios por muchos ciudadanos, para lo cual es imprescindible que las autoridades ofrezcan con oportunidad la información necesaria, como en los días decisivos del combate abierto al robo de combustibles. La salud es una causa todavía más sensible para los mexicanos.