El gasto federalizado de México cae a niveles récord desde la crisis del 2008

El gasto federalizado de México cae a niveles récord desde la crisis del 2008

Foto: Pixabay

La transferencia de recursos federales a municipios y estados mexicanos, denominado gasto federalizado, se ha reducido un 4% en 2019 en términos anules. Se trata del peor dato desde el comienzo de la crisis financiera mundial.

 

En 2019 el gasto federalizado se situó en unos 1,9 billones de pesos (unos 101.528 millones de dólares), lo que supone 9.286 millones menos que el año anterior, dicen los datos presentados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Se trata de la peor dinámica mostrada en el marco de una década y la segunda disminución desde 2010.

 

A modo de ejemplo, el gasto federalizado se redujo un 0,9% en 2009 y en 2017 descendió un 0,9%.

 

Las mayores transferencias de recursos federales se realizaron a los estados de México, Veracruz y Jalisco, mientras las más bajas se aportaron a Baja California Sur y Colima. No obstante, hubo estados mexicanos que mostraron una dinámica positiva en cuanto al gasto federalizado, que varió entre el 2,1% y 0,1%. Los más afortunados fueron Tabasco, Guanajuato, Oaxaca y Nuevo León.

 

El gasto federalizado es un término económico utilizado en la política presupuestaria de México que engloba participaciones, aportaciones y recursos financieros asignados en el ámbito de salud, así como convenios y subsidios. La transferencia de los respectivos recursos es importante porque genera más del 80% de ingresos de las entidades.

 

La ralentización de la economía nacional fue uno de los factores que influyeron en la transferencia de recursos federales. El PIB de México disminuyó un 0,1% en 2019, por primera vez desde 2009. En aquel entonces el PIB de México se desplomó un 5,3%. En términos geográficos, la actividad económica fue a la baja en 15 estados mexicanos en el tercer trimestre del 2019 y en 7 estados no mostró crecimiento mayor del 1%.

 

A pesar de estas malas noticias, los economistas mexicanos pudieron observar la presencia de varias tendencias positivas en el gasto federalizado. En particular, México aumentó en un 2,7% las aportaciones federales para abordar problemas relacionados con la educación y las infraestructuras sociales, e incrementó en un 2,6% los recursos asignados a la protección de la salud.

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