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Una de las medidas más eficaces para prevenir algún contagio de coronavirus es la limpieza, comenzando con el correcto lavado de manos y la higiene de todos los hogares, a fin de no ser un caldo de cultivo para el COVID-19.
Sin embargo, esta recomendación no puede ser llevada a cabo por todos los poblanos, que viven el día a día con una profunda escasez de agua potable que los deja más vulnerables a un contagio en las próximas semanas, que serán las más críticas del coronavirus en México.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), Puebla es el segundo estado con el mayor número de municipios sin acceso al servicio de agua potable en el país, con un total de 12, principalmente en la Mixteca.
Incluso, hay algunas localidades que sufrieron daños por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y que llevan más de dos años sin acceso a agua potable, lo que complicaría las acciones preventivas contra el COVID-19.
La situación no es menor en la Ciudad de Puebla, pues pese a ser la cuarta ciudad más importante de México, 3 de cada 10 hogares no cuentan con agua potable.
Por si fuera poco, Agua de Puebla se ha encargado de fomentar una especie de “terrorismo” con sus cuotas excesivas y amenazas de cortes, lo que ya le fue prohibido por el Congreso Local.
El problema en Puebla no termina con la falta de agua, pues a esto se suman 21 municipios sin drenaje, lo que no ayuda a que los residuos sean eliminados, convirtiéndose en un foco de infección no solo para coronavirus, sino para otras enfermedades.
Además, 76 % de los municipios de la entidad no tratan sus aguas y 5 municipios no llevan a cabo la recolección de desechos sólidos, lo que genera un ambiente poco saludable y donde se puede encontrar un espacio fértil para coronavirus.
A nivel nacional, son 15 millones de mexicanos los que no cuentan con acceso al agua potable, representando el 10 % de la población total, siendo las zonas más marginadas del país las que menos posibilidad tienen de contar con el vital líquido.
Oaxaca es el estado que tiene más población sin acceso al agua potable, situación que hace prácticamente imposible que las medidas preventivas contra coronavirus se lleven a cabo correctamente.
