Eduardo Rivera aún no es candidato y no será mientras Marko Cortés lo bloquee

Eduardo Rivera aún no es candidato y no será mientras Marko Cortés lo bloquee

Foto: Enfoque

Aunque las probabilidades de triunfo para el PAN en la capital y en la zona metropolitana de Puebla son altas, no es seguro el triunfo de este partido en 2020. La división que hay entre los principales líderes de este partido es evidente. Más aún, el presidente nacional del PAN será el principal obstáculo.

 

Eduardo Rivera es considerado en diversas encuestas como el aspirante mejor posicionado. Su experiencia política y el equipo que le respalda le hacen un fuerte contendiente, pero hay quienes apuestan al interior del PAN que su candidatura jamás transitará.

 

Distintos consejeros nacionales y estatales consultados por Imagen Poblana revelan que el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, rechazaría a Eduardo Rivera Pérez en una eventual evaluación de candidatos a presidentes municipales de Puebla. La razón de esta animadversión es la cercanía entre Rivera Pérez y Francisco Domínguez Servién.

 

La guerra entre Cortés y Domínguez comenzó tras la búsqueda de la dirigencia nacional. Francisco “Pancho” Domínguez pertenece al grupo de Héctor Larios, quien quedó como secretario. Desde entonces, la rivalidad es clara.

 

En aquel lejano septiembre de 2018, el exsenador Héctor Larios cedió y se bajó de la contienda para dirigir el Partido Acción Nacional y acompañar a Marko Cortés una planilla única.

 

Los gobernadores panistas que acudieron a Querétaro al informe de gobierno de Francisco Domínguez habían respaldado a Héctor Larios y Rafael Moreno Valle como candidatos a presidente y secretario general del PAN.

 

Tras algunos acuerdos, no cumplidos según el grupo de Domínguez, la planilla se conformó por Marko Cortés como presidente del PAN y Héctor Larios como secretario general.

 

Aunque transitó dicha fórmula, no así lo hicieron las simpatías entre Marko y Pancho Domínguez. Esa confrontación a la fecha podría impedir el nombramiento de Eduardo Rivera.

 

Rivera Pérez es el panista mejor posicionado para la alcaldía de Puebla. Sus principales promotores aseguran que “Lalo ya es alcalde”, aunque ignoran esta primera aduana, la de convencer a un dirigente nacional dispuesto a desaparecer a su grupo político rival.

 

Además de la rivalidad mencionada, otro factor que podría dilapidar la esperanza del PAN por ganar la presidencia municipal el próximo año es la división interna. Ninguno de los potenciales aspirantes tiene la voluntad de apoyar al otro.

 

Además, entre los panistas está presente la duda sobre la lealtad del candidato a la contienda. Los señalamientos que este diario digital ha recogido en forma de comentarios por parte de los albiazules apuntan a que la alcaldía podría ser entregada, en una negociación, al Poder de Casa Aguayo.

 

Y sobran aspirantes que les interesa solo la candidatura para después venderla.

 

Lalo no está entre ellos, pero ¿lo dejará pasar Marko?

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