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El 19 de septiembre de 2017, México vivió un terremoto que ocasionó que cientos de familias perdieran sus hogares y a sus propios integrantes. Ahora, el país está pasando por un nuevo desafío: la pandemia del coronavirus, la cual está afectando severamente a los damnificados del sismo.
De acuerdo con Animal Político, un gran número de personas, principalmente de origen indígena, permanece en casas de campaña y campamentos diseñados para los afectados por el sismo; sin embargo, las condiciones precarias en las que viven los pone al centro del contagio de COVID-19.
Telésforo Francisco Martínez explicó al medio de comunicación que no hay manera de que se salven de la nueva enfermedad, debido a que no cuentan con agua ni jabón suficiente para seguir el mandato de la Secretaría de Salud sobre lavarse las manos constantemente.
Incluso, el hombre de 45 años mencionó que están preocupados por los niños que viven en esta situación, principalmente los recién nacidos, pero que continuarán acarreando litros de agua y limpiando su entorno para protegerse lo más que se pueda, aunque están seguros de que no será suficiente.
“Realmente no podemos evitar el coronavirus porque está muy angosto y estamos muy apretados, y no tenemos de otra más que estar así por lo mientras”, comentó Telésforo para Animal Político.
Como si fuera poco, los vecinos pidieron a las autoridades retirar a los damnificados que están viviendo en la calle, asegurando que ellos podrían estar contagiados e infectarlos; empero, los integrantes de las 20 familias que viven alrededor de Telésforo indicaron que tienen la precaución de no saludar a personas del exterior, pero temen que alguien pase y los contagie porque las lonas que sirven como casas improvisadas están en pésimas condiciones.
Al momento, más de 800 familias de la Ciudad de México no tienen un hogar, por lo que deberán continuar en los campamentos improvisados temiendo por su salud, pese a que se tenía previsto que este año estarían terminadas las casas que están en reparación.
