Todo lo que “científicamente” quisieras saber sobre el coronavirus, pero no le has preguntado a tu doctor

Todo lo que “científicamente” quisieras saber sobre el coronavirus, pero no le has preguntado a tu doctor

Foto: Xinhua

Frente al combate de la ansiedad y desinformación que promueven las noticias falsas o las fake news, el contar con el apoyo e información por parte de agentes de impacto e incidencia en contextos como el que se vive actualmente frente a la pandemia resulta valioso, especialmente al afrontar la incertidumbre que genera el caos y su correspondiente dosis de negatividad en la población.

 

Por ello, el romper con mitos o teorías de la conspiración se vuelve aún más una de las tareas básicas y prioritarias por parte de los medios de comunicación tanto impresos como digitales; en tal caso, el periodismo que va de la mano de la ciencia es el que mejor puede adecuarse a las necesidades de la gente, al tiempo que favorece la correcta toma de decisiones y la generación de círculos virtuosos de información, que en verdad cumplen con su función.

 

A fin de promover decisiones basadas en evidencia, Imagen Poblana reproduce parte de las declaraciones en inglés que el profesor Rodney E. Rohde, experto en enfermedades infecciosas y microbiología clínica del Colegio de Profesores de la Universidad Estatal de Texas, ha hecho a diversos medios de la Unión Americana.

 

Una de las dudas que a este investigador le llegan de manera constante es la pregunta “¿Qué hace que la cepa del coronavirus actual sea significativamente preocupante, cuando técnicamente puede referirse a enfermedades que van desde un resfriado común hasta algo tan grave como el SARS?”.

 

Rohde rescata que los nuevos brotes de cualquier microbio siempre deben ser preocupación para la salud pública, en los que el riesgo reside en sus características, incluyendo si se propaga entre las personas, con qué tanta efectividad lo hace y qué medidas médicas hay para controlarlo.

 

Con relación a las formas de transmisión del coronavirus de humano a humano, el experto en enfermedades infecciosas y microbiología compartió que aún se están determinando, pero que dada la evidencia actual es probable que se transmita de la siguiente manera:

 

Por el aire, al toser y estornudar, contacto personal cercano, como tocar o dar la mano, tocar un objeto o superficie con el virus, luego tocarse la boca, la nariz o los ojos antes de lavarse las manos y, en raros casos, por contaminación fecal.

 

La nula o alta incidencia del COVID-19 puede variar y, a razón de ello, es que debe estar en constante monitoreo para hacer las pruebas de laboratorio que provean confirmación y precisión.

 

Por otro lado, en lo relativo a la rapidez de propagación y a la preocupación o no que habríamos de tener con relación a ello, Rodney E. Rohde expone que con cualquier virus nuevo es de esperar el rápido aumento de casos, situación en la que influye que conforme haya mayor conciencia y se apliquen más pruebas aumente el número de casos reportados, para lo que se tienen que tomar las medidas de precaución típicas que se tienen ante una gripe: higiene de manos, evitar a las personas enfermas, planes de viaje cuidadosos y estar al día con nuestras vacunas, incluida la vacuna contra la gripe.

 

Igualmente, el profesor de la Universidad Estatal de Texas comparte que, a nivel mundial, es difícil saber el número de casos, debido a la incertidumbre de los casos asintomáticos o los casos que no se detectan mediante pruebas. Sin embargo, comenta que la visualización del Centro de Ciencias e Ingeniería de la Universidad Johns Hopkins ofrece una clara muestra de la propagación global del virus.

 

Sobre la incertidumbre que ha generado la propagación de fake news en diferentes medios de comunicación y redes sociales, Rodney E. Rohde dice que los principales síntomas asociados con este nuevo coronavirus variarán en severidad, aunque los principales son: fiebre, dificultad para respirar y tos. Todos o casi todos los casos diagnosticados tienen neumonía; algunos desarrollan insuficiencia renal o disfunción orgánica.

 

Por otro lado, el diferenciar los síntomas de este nuevo coronavirus de los de un resfriado común o de una gripe estacional aún es relativo, pues las investigaciones están en curso a fin de obtener más y mejor información, que se actualizará en la medida y se hará disponible.

 

En ese sentido, se sabe que tanto el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS), como el Síndrome Respiratorio Agudo Graves (SARS), es decir, coronavirus anteriores, causan enfermedades en las personas -35 % y 10 % respectivamente-. En el caso del COVID-19, el cuadro clínico aún no está completamente claro, por lo que la comunidad científica cree que sus síntomas pueden aparecer en tan solo dos días o hasta 14 después de la exposición.

 

El especialista en microbiología clínica afirmó que lo que las personas necesitan para protegerse y evitar contagiarse son cuidarse como lo harían con cualquier otra gripe, además de prestar atención a la reputación de las fuentes de donde obtienen información, recordando siempre el atender a los consejos de las autoridades sanitarias correspondientes y expertos en salud pública.

 

“El prestar atención a este brote y estar preparados para cualquier cambio nos debe mantener en perspectiva”, dice Rodney E. Rohde.

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