Salen a la luz las memorias de la mujer que identificó los restos de Hitler

Salen a la luz las memorias de la mujer que identificó los restos de Hitler

Las memorias de Käthe Heusermann, asistente del dentista personal de Adolf Hitler que identificó los restos del führer, vieron la luz por primera vez el 1 de abril.

 

Las memorias de Heusermann forman parte de la reedición del libro titulado "Berlín, mayo de 1945: Memorias de una intérprete de guerra" de Elena Rzhévskaya que se lanza con motivo del 75 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, explicó a Sputnik Liubov Summ, nieta de Rzhévskaya y responsable de la reedición.

 

"En el archivo de Elena Rzhévskaya se descubrieron memorias en alemán de Käthe Heusermann, asistente del dentista de Hitler, que identificó sus restos y los de Eva Braun", relata Summ.

 

Las memorias de Heusermann fueron entregadas a Rzhévskaya, intérprete militar durante la guerra contra los nazis y posteriormente escritora, en los años 1990 por el historiador Lev Bezimenski.

 

"Las memorias están escritas a máquina, Käthe hizo varios ejemplares, uno se lo dio a una sobrina suya y otro a Bezimenski, es posible que hubiera más ejemplares, pero este texto jamás se ha publicado en ninguna parte del mundo. Es un texto breve, pero muy elocuente", agrega la también traductora.

 

En sus memorias Käthe Heusermann, "una mujer sin filiación partidista y apolítica describe los últimos días de vida en el búnker antes de la capitulación alemana, cómo intentaron escapar".

 

"Y después de forma muy breve y con algo de sorna, describe cómo se la llevaron a la URSS y la encarcelaron, cómo trabajó en un campo de trabajos forzados", explica.

 

Heusermann tuvo un papel clave en la identificación de los cadáveres incinerados de Hitler y Braun, que fueron descubiertos "casi por casualidad" el 4 de mayo de 1945, cuatro días después de su suicidio.

 

"La identificación era posible solo a partir de la dentadura. El coronel (Vasili) Gorbushin, el mayor (Borís) Bistrov y la intérprete Elena Kagán (Rzhévskaya) fueron a buscar al dentista de Hitler, pero ya se había marchado de Berlín. Quedaba solo su asistente Käthe Heusermann que identificó piezas, fundas y puentes dentales del führer", explica Summ.

 

Tras la identificación, a Heusermann le dejaron marchar a su casa y le dieron una lata de conservas a modo de remuneración.

 

"Pero después la volvieron a detener y ya no la soltaron, se la llevaron a la URSS y la encarcelaron por diez años. En el Gobierno decidieron que la información sobre la identificación de Hitler tenía que ser secreta por si acaso", señala la responsable de la publicación.

 

Este velo de secretismo, para Summ, pudo dar origen a las hipótesis de que Hitler seguía con vida e incluso logró huir a Argentina.

 

"A principios de mayo, los periódicos escribían que Hitler estaba muerto pero luego de repente no hubo más noticias. (...) Empezaron a surgir hipótesis de que tal vez hubiera huido a Argentina. (...) Mi madre con seis años se enteró de sus amiguitas de que Hitler había escapado", relata.

 

En cuanto a la suerte de Käthe Heusermann, tras pasar seis años en confinamiento solitario en los calabozos soviéticos, fue condenada en 1951 como testigo de la muerte de Hitler; al regresar a Alemania, en 1964 tuvo que volver a comparecer ante los tribunales por haber identificado los restos del führer.

 

"Fue entonces cuando concedió su única entrevista, y después nunca volvió a hablar con la prensa", señala Summ.

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