El confinamiento por la cuarentena para afrontar la crisis del COVID-19 puede traer cambios positivos a nuestra salud, pues al no salir de casa es posible que baje nuestro consumo de productos nocivos, así como nuestra exposición a ambientes poco saludables.
Mantenerse sin salir favorece el cambio de hábitos que, además de costarnos dinero, afectan la salud y reducen nuestra calidad de vida. Los siguientes son sólo algunos de estos beneficios.