Estas son las razones que llevaron a AMLO a militarizar México

Estas son las razones que llevaron a AMLO a militarizar México

Foto: Xinhua

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha militarizado México, coinciden analistas, pero la razón detrás de esta determinación ha dividido en dos las opiniones de los expertos en seguridad, periodistas especializados y asesores en la materia que han divulgado su opinión en artículos, redes sociales y entrevistas.

 

La primera teoría respecto a por qué el presidente decidió ejecutar esta acción tiene que ver con la necesidad de reparar las relaciones con el Ejército, que se vieron distanciadas desde que el hoy mandatario era candidato y criticaba constantemente a las fuerzas armadas acusándolas de represoras, enemigas de los derechos humanos, cómplices de los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

 

La segunda posibilidad detrás de esta militarización es la alineación con la ruta política de la Revolución Bolivariana, el proceso político e ideológico por el cual Hugo Chávez alcanzó la presidencia y sostuvo su principal elemento de apoyo en militares golpistas. De la misma forma que en otros países donde gobiernan mandatarios de extrema izquierda, el poder se sostiene sobre el Ejército.

 

La militarización fue uno de los temas torales en la crítica que sostuvo Andrés Manuel López Obrador en los procesos electorales de 2006, 2012 y 2018. En las diversas entrevistas y debates que participó, fue cuestionado respecto a su postura sobre la entonces posible militarización de México.

 

El entonces candidato se negó y además azuzó a sus simpatizantes a promover que él estaba en contra de la acción de las Fuerzas Armadas en labores de patrullaje y, peor aún, culpó a los gobiernos de Calderón y Peña Nieto de ser responsables de la militarización del país.

 

En redes sociales, han quedado guardados los distintos pronunciamientos pasados de sus seguidores en contra de la militarización. Hoy, el contraste es evidente, pues los simpatizantes de López Obrador celebran la decisión del titular del Poder Ejecutivo, cuando apenas hace meses la condenaban.

 

Pero el debate de la opinión pública está concentrado en las causas detrás de la militarización. Andrés Manuel López Obrador le ha dado permiso para patrullar a soldados en medio de la guerra que también libra el gobierno federal contra el COVID-19.

 

Javier Oliva, un experto en temas de seguridad y militares, explicó que la Seguridad Interior tutela la estabilidad social y política, y cuando por diversas razones, internas o externas, se afecta, deben aplicarse los recursos más efectivos para contener, procesar y neutralizar los fenómenos desestabilizadores.

 

En su columna que se publica en diversos diarios nacionales, Oliva agrega que los cárteles del narcotráfico estaban logrando esto con un desafío sin respuesta del Estado.

 

Primero hincó el Cártel de Sinaloa al presidente y a su gobierno en octubre del año pasado en Culiacán, al liberar al hijo de Joaquín “el Chapo” Guzmán. Después puso a disposición de su familia los buenos oficios de cuatro secretarios de Estado, para que busquen su repatriación de Estados Unidos.

 

Cuando llegó el coronavirus, sin poner un freno salvo gritillos de “bájenle, bájenle”, López Obrador contempló a la hija de “el Chapo” y a los cárteles del Golfo y Jalisco Nueva Generación apoyar socialmente y repartir despensas en las comunidades más necesitadas, tarea que correspondía al gobierno.

 

Por tales razones, algunos analistas coinciden en creer que López Obrador está tratando de recuperar su relación con el Ejército, porque incluso el instituto armado no será el subordinado en cuanto a mando, sino la Guardia Nacional.

 

Así, el general Luis Rodríguez Bucio, el comisionado de la Guardia Nacional, ya no recibirá órdenes de su jefe nominal, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, sino de su verdadero jefe, el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.

 

Pero la otra teoría abunda en que este es simplemente un movimiento de avance en la agenda de extrema izquierda. Ricardo Alemán, uno de los periodistas más críticos del presidente, opina que “no era nueva la intención del gobierno dictatorial de Nicolás Maduro, de meter la mano en las elecciones mexicanas, a favor del candidato López Obrador”.

 

“El bloque más cercano a Andrés Manuel coqueteaba con el dictador venezolano (…) Desde entonces existen evidencias de financiamiento de dinero venezolano a la candidatura presidencial de López Obrador, además de que esa dictadura capacitó cuadros de Morena a el adoctrinamiento de militantes del partido oficial mexicano. Y la militarización decretada a partir de hoy en México, es el mejor ejemplo de que Andrés Manuel sigue a pie juntillas los pasos de Venezuela”, consideró.

 

Cualquiera que sea el origen de la decisión de López Obrador, la militarización es un hecho y ahora será el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, Andrés Manuel, y el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, quienes decidan sobre las medidas de seguridad civil para todos los mexicanos.

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