¡Se acabó la diversión y el saqueo!

¡Se acabó la diversión y el saqueo!

El lunes de esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador reveló el modus operandi de defraudadores fiscales que involucra a unos 11,500 contribuyentes y al menos 43 empresas que emitieron facturas falsas. Este sería el golpe más grande de la historia nacional para abatir la evasión y elusión fiscal.

 

Al revisar 22 millones de facturas emitidas, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) encontró un patrón repetitivo que tenía origen en 43 empresas que facturaban, pero no vendían nada. Es decir, se trata de empresas legalmente registradas, pero que no se dedican al giro que declaran, no tienen los activos o infraestructura para las actividades que supuestamente desarrollan. Son empresas que el gobierno llamó “factureras” y que sólo se registraron para hacer negocio con ellas”.

 

Los contribuyentes pueden o no estar coludidos con las empresas. El gobierno ha dado el beneficio de la duda. Puede ser que algunos contribuyentes compraron facturas para aumentar sus gastos deducibles y con ello pagar menos impuestos, pero también es posible que otros contribuyentes hayan sido engañados por un tercero que sí vendió el producto o servicio, pero que pidió una factura a estas empresas defraudadoras. Por ello se hicieron púbicas las listas, que pueden ser consultadas en la página del SAT, un contribuyente que esté en la lista puede reclamar su inocencia y ponerse al corriente con los pagos no efectuados por el cálculo incorrecto. Si no lo hicieran de forma voluntaria, el SAT demandará penalmente considerando complicidad.

 

Con estas operaciones, personas físicas y morales dejaron de pagar 24.5 mil millones de pesos por Impuesto Sobre la Renta (ISR), más 11.3 mil millones por Impuesto al Valor Agregado (IVA) y 19.1 mil millones por retenciones no enteradas al SAT, lo que suma un total de 55.1 mil millones de pesos, esto equivaldría a casi al 2% del total recaudado en 2019.

 

Esta práctica se normalizó por el mal que padece nuestro país: la impunidad. Si hoy cuesta trabajo erradicar vicios, corruptelas y violencia es porque durante mucho tiempo se solaparon, por ello proliferó el robo y el saqueo a la nación. No nos referimos a los trabajadores ni a los pequeños empresarios que se esfuerzan por cumplir, estamos hablando de los grandes empresarios, los que acumularon cuentas millonarias, los que no contribuyen con el gasto nacional y ahora que se les cobra acusan al gobierno de dictador, populista y socialista. Claro, cuando el gobierno da apoyos a los pobres para que salgan adelante es comunista, si se lo da a los ricos es democrático.

 

Además de la defraudación fiscal solapada, los gobiernos anteriores también regalaron vía impuestos cerca de 800 mil millones de pesos durante el periodo 2007-2015; hoy la lista de beneficiarios también es pública. No mencionaremos aquí los nombres de esas empresas, pero invitamos a los lectores a descargar la lista en la página del SAT, ahí podrán encontrar bancos, grandes de tiendas de autoservicio, automotrices, empresas de alimentos, comida chatarra y muchas otras que forman parte de esa cúpula del 1%. Se condonaron 10 mil adeudos fiscales y se cancelaron un total de 23 mil; pero algunas cuentas son para las mismas empresas, de hecho, hay una diferencia abismal de los montos con los que se apoyó a cada empresa.

 

Para hacer visibles estas diferencias ordenamos los montos de mayor a menor y los graficamos como frecuencia acumulada. Así, la gráfica 1 se puede leer así: De las 22 mil empresas beneficiadas con adeudos fiscales cancelados (eje X), 2,300 empresas acapararon el 80% de los recursos (eje Y) que equivale a un total de 460 mil millones. Pero es notorio el crecimiento exponencial de la curva por lo que las diferencias son más grandes, cuando tomamos otro rango observamos que sólo 300 empresas (1% del total), acapararon el 50% de los adeudos condonados. Y sólo 50 empresas se llevaron una cuarta parte.    

 

Elaboración propia con datos del SAT

 

Para que nuestros lectores se den una idea, el monto de los adeudos fiscales condonados y cancelados equivale a 18 años de presupuesto para la UNAM o 32 años de presupuesto de CONACYT. Hubiera alcanzado para construir 5 refinerías, al costo que se está presupuestando la de Dos Bocas. También alcanza para 6 proyectos como el tren maya. Increíblemente ese dinero alcanza para 163 aeropuertos como el que se construye en Santa Lucía o para 1,400 hospitales de alta especialidad. ¿Se dan cuenta qué tipo de país seríamos ahora?

 

Lo más sorprendente es que hoy ese mismo grupo de empresarios reclama a Andrés Manuel frenar sus obras de desarrollo (refinerías, aeropuerto y tren maya) bajo el argumento de que ese dinero se debe orientar a apoyar empresas, ¿es real ese descaro? Reclaman también que no tenemos médicos ni hospitales para tratar la pandemia, pero no pagaron impuestos.

 

Ya sabemos entonces porque están enojados. Entonces, si usted no es de las 50 empresas que no pagaron impuestos en los sexenios anteriores, usted no es fifí, no se ponga en ese papel, usted es un trabajador o empresario honesto que le quieren contagiar un enojo que no le corresponde, al contrario, a los honestos nos da gusto y emoción que ya se les acabó la diversión a los corruptos.

 

*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

Twitter: @BandalaCarlos