Los católicos mexicanos se aprontan para el regreso a la Basílica de Guadalupe

Los católicos mexicanos se aprontan para el regreso a la Basílica de Guadalupe

Foto: Enfoque

La Basílica de Guadalupe, el mayor centro de peregrinación de los católicos en el mundo, se prepara para la reapertura en plena pandemia de COVID-19, mientras la iglesia mexicana alista la vuelta de la celebración de misas abiertas al público la próxima semana.

 

El complejo de la virgen de Guadalupe está levantado en el lugar en el que según la tradición la virgen le transmitió a un humilde indígena, de nombre Juan Diego, en una aparición en 1537.

 

Afuera de la Basílica, en un complejo levantado al pie del cerro de Tepeyac, Guillermo Arteaga, un vendedor ambulante, termina una oración frente a las puertas cerradas del gigantesco templo, que puede albergar hasta casi 6.000 personas.

 

"Es una tradición que me enseñó mi madre y por eso vengo todos los días, aún en medio de la pandemia", dice a Sputnik este hombre de unos cincuenta años.

 

Ese centro de peregrinación comprende al menos tres templos: la antigua Basílica, la nueva iglesia de estilo modernista inaugurada hace 40 años por el papa Juan Pablo II, y la vieja capilla en el centro del cerro, junto una gigantesca explanada, un centro comercial y un parqueadero para 5.000 vehículos.

 

"Venir acá es compromiso para los mexicanos, incluso los que no son católicos", expresa Arteaga, quien en más de 25 años acude a diario, según su testimonio mil veces repetido a los peregrinos.

 

La situación provocada por la pandemia es prácticamente inédita, pues ha obligado a cancelar las celebraciones religiosas abiertas al público.

 

Un cierre de ese tipo nunca ocurrió ni siquiera durante la Revolución Mexicana de 1910 y tampoco más recientemente, cuando la epidemia del coronavirus H1N1 de 2009, que provocó 18.000 muertes en todo el mundo.

 

Iglesia dedicada a San Hipólito en la Ciudad de México, la primera construcción colonial después de la conquista de los españoles a Tenochtitlán

 

Desde mediados de marzo, cuando el cardenal Carlos Aguiar brindó la última misa abierta al público, las celebraciones litúrgicas se hacen a puerta cerrada.

 

En esas ceremonias participan solo los celebrantes y algunos de los monaguillos y capellanes que se encargan del mantenimiento de las gigantescas instalaciones.

 

Las misas para el misterioso lienzo de la 'Virgen Morena', que data del siglo XVI, son transmitidas ahora a través de internet por el canal de televisión Morenita TV, que incluye en su programación las oraciones de laudes (matutinas) y el rosario a las tres de la tarde.

 

En algunos casos las misas han alcanzado audiencias de hasta un millón de feligreses, tanto dentro como fuera del país.

 

Sin peregrinos

 

Las puertas cerradas del santuario de la Guadalupana también han obligado a cancelar numerosas peregrinaciones.

 

Las restricciones han puesto en vilo incluso la celebración de la mayor de estas movilizaciones, que se realiza en la primera semana de diciembre y hasta el 12 de ese mes.

 

En esas fechas católicas, unos 10 millones de peregrinos acuden al templo, una cifra varias veces mayor, por comparación, a las que peregrinan a La Meca de la tradición musulmana.

 

Al menos 2.000 de las 2.300 peregrinaciones programadas para 2020 ante la virgen del Tepeyac y a las que asisten peregrinos de toda América, desde Canadá hasta Argentina, y también grupos de europeos y de asiáticos, están por el momento canceladas.

 

Juan José Jiménez, coordinador de peregrinaciones de la "Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe", dijo a Sputnik que estas están suspendidas hasta que no haya una vacuna o medidas sanitarias que garanticen que una peregrinación masiva no propicie una propagación de los contagios.

 

"Mientras no tengamos estas seguridades corremos el peligro que se cancelen este año las peregrinaciones", indicó a Sputnik el promotor religioso.

 

Enmarcado dentro de la tradición católica, el santuario del Tepeyac y la virgen de piel morena, según la túnica del indio Juan Diego donde quedó plasmada, están inscritos en el imaginario de millones de mexicanos, sean creyentes o no, como un patrimonio nacional.

 

Morena, una marca país

 

El acrónimo de Morena que utiliza el partido gobernante Movimiento de Regeneración Nacional del presidente Andrés Manuel López Obrador, católico practicante, surgió justo hace una década como un guiño a los sectores que se consideraban más alejados de un proyecto de izquierda nacionalista.

 

La campaña de lanzamiento del movimiento incluyó un video publicitario con una joven universitaria que decía que ella era "morena, como la virgen de Guadalupe".

 

La Arquidiócesis de México ha anunciado que ya tiene listos los protocolos que se usarán en las iglesias católicas para celebrar misa con grupos restringidos de público.

 

En los sótanos de la Basílica, los cientos de vendedores de recordatorios y figuras religiosas están preocupados por la disminución de sus ingresos y la incertidumbre.

 

"Antes vendíamos hasta 400 imágenes de la virgencita en un día, y hoy solo podemos vender unas 12", lamenta Carlos García, uno de los veteranos vendedores.

 

El 29 de junio, la capital mexicana reabrirá actividades en hoteles, restaurantes y centros religiosos, limitados a la tercera parte del aforo.

 

Pero los fieles aún tienen miedo hasta de acudir a rezar.

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