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El gobernador Miguel Barbosa Huerta ha decidido privilegiar dos elementos en su agenda pública justo en la antesala del pico de la pandemia en Puebla, calculado para mediados de julio: mantener las medidas de contención del virus y el combate a la delincuencia como elemento central de lo que será su gobierno en los próximos cuatro años.
Este martes quedó en claro la ruta de su gobierno. En lo inmediato, la contención de contagios de COVID-19, que a pesar de los decretos y otras disposiciones sigue creciendo a causa del comportamiento inadecuado de la sociedad. En el mediano y largo plazo, la recuperación de la seguridad en la entidad.
Los elementos que corroboran esta ruta en la agenda pública del mandatario son las estrategias de la coordinación de comunicación social, vertidas en redes sociales, y los mensajes que Barbosa Huerta emite todas las mañanas. En los últimos días, ha insistido sobre la necesidad de que los poblanos respeten el confinamiento.
Así, a pesar de que en diversos comunicados se contradice la postura Federal que afirma una supuesta reducción de la virulencia del COVID en la entidad, Miguel Barbosa ha optado por comunicar a la población la verdadera gravedad de la enfermedad. Este martes, su secretario de Salud, José Antonio Martínez García, reveló que los dos Hospitales COVID de la zona Metropolitana están al límite.
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El Hospital General de Cholula tiene una ocupación de 97 % y el de Traumatología y Ortopedia 91 %. Las próximas horas son cruciales en la reducción de movilidad y contacto social para que estos nosocomios no saturen, pero la esperanza es baja: este martes fueron reportados 306 nuevos contagios y 72 nuevas muertes.
La prioridad de la administración estatal, de acuerdo con la consistencia de declaraciones en conferencia de prensa, es la de reducir la incidencia de casos. Pero el gobernador ha señalado que está encontrando una “sociedad desafiante” que hace imposible aplicar cualquier medida oficial.
No obstante, su gestión sigue buscando impedir el contagio que representa la saturación de la estructura hospitalaria. Por ejemplo, el mandatario considera que, si no hay condiciones sanitarias para el retorno de docentes y alumnos, no se abrirá el ciclo escolar en agosto. Para el 6 de julio, fecha que pretende regresar a sus actividades la iniciativa privada, el estado estará en el pico máximo de la pandemia con 600 contagios diarios.
Si la administración estatal logra frenar el acelerado crecimiento de los contagios, como es superioridad en la agenda de gobierno, habrá sido la contención de la pandemia el principal logro administrativo del 2020 para el barbosismo.
Pero en el mediano plazo, el gobernador ha tomado una decisión: apostar a recuperar la seguridad de Puebla. De acuerdo con reportes oficiales, Morelos, Tabasco, Puebla, Michoacán y Campeche fueron los cinco estados con mayor reducción en términos relativos de participaciones.
Esta reducción resultaría en un impacto a los proyectos de obra gubernamentales. Así, a manera de contestación a la caída presupuestal, la agenda pública del mandatario se está concentrando en el combate al delito y comienzan a ocurrir los resultados.
El hallazgo de un huachitunel de 180 metros de longitud en San Martin Texmelucan que ya está siendo bloqueado, la detención del Loco Téllez y las acciones contra el narcomenudeo en la capital apuntan a que la prioridad del barbosismo está centrada en las medidas de seguridad y pacificación.
Esta tarde, la coordinadora de Comunicación Social del Gobierno del Estado, Verónica Vélez Macuil, destacó en sus redes sociales que “mil 243 presuntos delincuentes detenidos en tres meses, varios de ellos líderes de integrantes de bandas peligrosas. #AhoraSíPueblaSegura”. Este hashtag está posicionándose en las redes sociales de Puebla.
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En la declaración del gobernador sobre la detención de “el Loco Téllez” puede leerse parte de su estrategia pública a futuro: “fue una detención limpiecita la que se ejecutó de este delincuente, van las cosas a mejorarse mucho en los temas de seguridad, ya hay detenidos hombres mujeres, sicarios de él, narcomenudistas, secuestradores de su banda, familiares que están detenidos. Iremos por el desmantelamiento total de toda su organización”.
“Me preocupa las condiciones en las cuales se desarrollan muchas actividades… Están en condiciones complicadas, pero debo de decirles que conocemos quiénes son (los delincuentes), dónde viven, cómo actúan, cuál es su modus operandi, y les digo que vamos a estar sobre ellos pronto”, sentenció el gobernador, dijo hace semanas el mandatario. La declaración coincidía con la detención que ocurriría en algunos días.
Las estrategias de seguridad en gobiernos, correctamente aplicadas, dependen de la utilización de inteligencia policial para que estas sean correctamente aplicadas y desmantelen estructuras criminales. Con una crisis sanitaria encima y con la necesidad de los poblanos por recuperar el tiempo perdido tras la pandemia, es evidente que el barbosismo concentrará sus recursos en la recuperación de la seguridad en Puebla.
