¿Seguro que estás saneando bien tu casa? El secreto está en el tiempo

¿Seguro que estás saneando bien tu casa? El secreto está en el tiempo

Foto: Enfoque y Pixabay

Ninguna acción, en materia de sanitización, que busque proteger a la familia del virus COVID-19 debe ser menospreciada. Por ejemplo, es mucho más eficaz el uso constante del cubrebocas que la limpieza de los alimentos o incluso de la ropa con alcohol o cloro. Pero al final, los elementos en casa permiten generar soluciones lo suficientemente eficaces.

 

Desde que el coronavirus se convirtió en una amenaza, mucha gente está haciendo una limpieza mucho más profunda en su casa: rocía y limpia casi todo lo que está a la vista, en especial superficies con las que se tiene mucho contacto, como las perillas de las puertas y las llaves del agua.

 

No obstante, muchos estamos acostumbrados a darle una rociada rápida a la superficie, seguida de una o dos pasadas con un trapo, lo cual tal vez no dé tiempo suficiente para que el producto tenga efecto. Además, resulta muy confuso cuando comenzamos a leer bien las etiquetas de los productos de limpieza.

 

Los limpiadores desinfectantes que se rocían y luego se limpian con un trapo traen diferentes instrucciones en las etiquetas relacionadas con el tiempo que se debe dejar el producto para realmente matar a los gérmenes, que va desde treinta segundos hasta cuatro minutos o, incluso, hasta diez. También, en algunas etiquetas se recomienda limpiar la superficie antes de usar un desinfectante.

 

La superficie es otro tema. En algunos casos, entre más porosas son menos eficacia tiene el desinfectante. Entre más lisas son las superficies, funciona de una mejor manera.

 

Entonces, ¿cuál es la forma correcta de limpiar? Con el fin de responder a tus preguntas sobre la limpieza en la era del coronavirus, consultamos a una química especialista en la producción de implementos para la sanitización contra enfermedades infecciosas y con los microbiólogos que analizan y prueban los productos de limpieza.

 

La conclusión es que ya sea que se trate del coronavirus COVID-19 o de cualquier otro virus o germen que aceche el hogar, los poblanos estamos limpiando con tanta rapidez que no permitimos que el desinfectante sea eficaz. Es posible que debamos dejar el desinfectante en la superficie mucho más tiempo del que pensamos.

 

Cuanto más tiempo se quede en contacto con la superficie, mejor. Lo recomendable en casa con un producto en aerosol es esperar como un minuto y luego pasarle un trapo.

 

También es conveniente revisar la etiqueta para saber cuánto tiempo se recomienda esperar con cada producto específico. Las instrucciones pueden recomendar un tiempo de contacto que varía de 30 segundos a varios minutos antes de limpiarlo. Algunos productos afirman que son desinfectantes, pese a que solo reducen la cantidad de ciertas bacterias y no de virus.

 

Un verdadero desinfectante es un producto que destruye o desactiva tanto las bacterias como los virus que se especifican en la etiqueta. Incluso, los limpiadores de una misma marca deben dejarse en contacto durante tiempos diferentes.

 

Una botella de blanqueador Clorox dice que tiene que estar en contacto durante cinco minutos, mientras que el Clorox Clean-Up Cleaner + Bleach recomienda 30 segundos. El Clorox Anywhere Hard Surface dice dos minutos (pero afirma que solo mata bacterias, no virus), mientras que las toallitas desinfectantes Clorox recomiendan aproximadamente cuatro minutos.

 

Entre las toallitas de Lysol varía el tiempo de contacto recomendado: las toallitas con aroma a lavanda recomiendan diez minutos de contacto, mientras que las toallitas con aroma a lima limón dicen cuatro minutos.

 

¿Por qué es tan diferente el tiempo de contacto que se recomienda? Depende de las bacterias y los virus que el producto afirma que mata. Para poder decir que desinfecta, el producto debe pasar por un proceso de pruebas muy estricto establecido por las agencias regulatorias del país.

 

A fin de probar un desinfectante, los científicos cubren una superficie con una gran cantidad del organismo que se está probando. Luego rocían la superficie con desinfectante y lo dejan reposar durante un tiempo establecido antes de hacer la prueba para determinar si alguno de los organismos sigue estando activo.

 

Esas pruebas son, en esencia, para el peor de los casos, pues usan concentraciones extremadamente altas de gérmenes —cerca de 100.000 organismos por centímetro— que es mucho más de lo que se encontraría en el entorno de una casa. Las superficies más comunes de las casas y los hospitales tienen menos de 100 organismos por centímetro cuadrado.

 

Sin embargo, pese a que tal vez el tiempo de contacto recomendado es excesivo, para estar seguros de que se ha desinfectado por completo una superficie debemos prestar atención a las recomendaciones del tiempo de desinfección que vienen en la etiqueta, en especial cuando alguien de la casa ha estado enfermo.

 

Algunos limpiadores prometen limpiar y desinfectar, pero incluso esas etiquetas recomiendan limpiar previamente una superficie muy sucia.

 

La etiqueta de mis toallitas desinfectantes dice que debo usarlas durante cuatro minutos. ¿Debo limpiar durante tanto tiempo?

 

Cuando se prueban las toallitas húmedas en los laboratorios, el tiempo comienza a contar desde la primera pasada y sigue contando hasta que se seca la superficie. Así que no se tiene que estar limpiando los cuatro minutos (o el tiempo recomendado en la etiqueta). La idea es que el tiempo de limpieza y secado dure cuatro minutos.

 

Las etiquetas especifican con qué tipos de bacterias y virus se ha probado el producto. Pero puesto que el SARS-CoV-2, el virus causante de COVID-19, es tan nuevo, la mayoría de los productos no se han probado con él.  La buena noticia es que el nuevo coronavirus en realidad es mucho más fácil de destruir que muchos de los organismos que se han estudiado con anterioridad.

 

Así que es probable que aun cuando no hayamos estado siguiendo las recomendaciones relacionadas con el tiempo de contacto de los desinfectantes, es posible que sí hayamos estado eliminando el virus. Pero hay que seguir las instrucciones de la etiqueta para deshacernos de gérmenes más difíciles de matar, como la bacteria E. coli, la salmonela o los estafilococos.

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