Aclaratorias y mi respuesta al exsecretario Glockner

Aclaratorias y mi respuesta al exsecretario Glockner

Aclaratorias y mi respuesta al exsecretario Glockner

 

Miguel Ángel Cordero

 

Nada más público que la Cultura. Y no hay mejor ejemplo de deficiencias administrativas que la Secretaría de Cultura del Estado. Así, en esta edición de Si es Político es Público, mi contestación al ya pronto exsecretario de Cultura, Julio Glockner.

 

El secretario de Cultura envió a quien esto escribe una carta aclaratoria por mis dos reportajes que publiqué el jueves y viernes pasados. Y publicamos las cartas debido a dos consideraciones: la primera el respeto a la Ley de Imprenta -aunque somos medio digital- y el segundo sustentar nuevas revelaciones a la luz de estas dos cartas aclaratorias. Dejo al lector en este espacio las imágenes de las dos aclaratorias.

 

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Comienzo. En ambas publicaciones no se desmiente el cabezal del primer texto: “Julio Glockner comete daño millonario a la Secretaría de Cultura”. Las cartas hacen solo una descripción de los programas y su funcionamiento, lo cual nunca fue cuestionado por el reportero. Los señalamientos de quien esto escribe están concentrados en que los programas fueron operadores de manera tardía.

 

¿O me negaría que estos se ejecutaron en la última parte del año?, en particular en diciembre. En la misiva, en números reales, sí podemos advertir por información de usted, que tres millones de pesos -en números redondos- no fueron ejercidos. ¿No es esto un daño millonario? Y usted argumenta que hay un convenio que le permitirá recuperar estos fondos el próximo año: es una promesa, no un hecho. Pero sigo.

 

Lo más interesante que surgió de la carta que usted me facilita es una revelación: un ejercicio acelerado del recurso hacia finales de año. Mis fuentes me reportan que además hacia finales del año se entregaron facturas por servicios no correspondientes al objeto social, para el cual la empresa fue constituida. Dicho de otra forma, actos o actividades artísticas fueron facturadas por empresas de un giro no artístico.

 

En términos de contabilidad gubernamental eso es grave, pero es más grave aún que las empresas que facturaron pertenezcan a un holding que ofrece dichos servicios. Si desconoce esa situación, aún más grave, permítame informarle con toda amabilidad: su directora de Artes Plásticas y Escénicas, Mónica Fernández Inostroza, le ha facilitado a la Secretaría de Cultura a través de su Directora Administrativa, Sonia de la Luz Duarte, las facturas para el cierre del ejercicio fiscal del año pasado.

 

En otras palabras, el subejercicio -que usted reconoce parcialmente en su carta aclaratoria- muestra que al final de 2019 intentaron gastar todos los recursos federales, pero el tiempo les comió y entonces en el último trimestre -principalmente diciembre-, ustedes tuvieron que echar mano de las empresas factureras de la familia de su directora de Artes Plásticas y Escénicas.

 

Y eso es lo grave: tengo información respecto a que el holding al que han recurrido Fernández Inostroza y Sonia Duarte es el mismo que le provee a otra gran institución pública que está siendo investigada por el Auditor Superior del Estado, Francisco Romero Serrano, y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto.

 

Así, las cartas aclaratorias que usted me envía me confirman la ruta correcta de lo que estamos investigando: 1. Se gastaron con avidez y rapidez recursos federales en el último trimestre del año, principalmente en diciembre, para evitar el subejercicio. 2. Los gastos se ejecutaron con empresas factureras recomendadas por Fernández Inostroza. 3. La facturación podría ser el factor de un escándalo aún más grave. ¡Imagínese facturar servicios artísticos con empresas de construcción!

 

Si me permite, cierro con algunas preguntas, pero antes quisiera escribir que me es muy extraño que usted siendo un respetado hombre de la izquierda militante haya abandonado la administración de la Secretaría en perfiles para nada vinculados con la ideología que usted milita y sobre lo que escribí en mi segunda entrega. No me malinterprete, soy muy respetuoso de todas las ideologías, pero me extraña mucho que alguien de la izquierda más auténtica arropara y dejara las decisiones de la Secretaría en lo más duro de la ultraderecha: su protegida Sonia Duarte.

 

Y ahí aparece una de las causas por las que este periodista tiene tanta información, licenciado. En principio, porque los documentos son públicos, pero la ruta fue fijada por trabajadoras, trabajadores, exempleadas y exempleados que sufrieron lo peor de Duarte: prepotencia, maltrato e incluso indiferencia ante situaciones de salud: ¿madres solteras y embarazadas despedidas?

 

Uno de sus amigos me llamó periodismo sicario. Si defender a despedidas, acosadas o despedidos me hace serlo, pues evidentemente seré el protector de estos. Es el personal trabajador de la noble Secretaría de Cultura la que me ha facilitado toda esta… y más información. Se lo escribo con respeto e incluso con franqueza, porque no hay nada personal o "sicario" aquí: solo denuncias atendidas por un medio de comunicación digital.

 

Ahora sí, las preguntas:

 

Si el ejercicio fue tan eficaz, ¿por qué esta semana es su última al frente de la Secretaría de Cultura?

 

Si los programas federales y de presupuesto propio fueron correctamente ejecutados, ¿por qué entonces se faltó a los compromisos con el Gobernador del Estado?

 

Si bien el subejercicio no fue de 4.5 millones, sino de 3 millones, ¿estos 1.5 millones de pesos ejercidos podría usted asegurar que se erogaron sin el uso de facturaciones cercanas a la familia de Mónica Fernández?

 

¿Sabe usted que entre los despedidos de su Secretaría hay personal con condiciones de salud graves o comprometidas y cuyo despedido representa más que solo perder un trabajo, sino perder la vida?