En aprietos, maestros “grilleros”

En aprietos, maestros “grilleros”

Pocas cosas buenas podemos rescatar de la presente pandemia de COVID-19, mejor dicho, casi nada. Sin embargo, hay una situación que puede comenzar a evidenciar y a depurar un sector de la sociedad que ha causado muchos problemas.

 

Me refiero a los maestros “grilleros”. Sí, esos que gustan de saltarse clases, cerrar escuelas y organizar marchas para huir a la capacitación y modernización.

 

Maestros en aprietos” bien podría llamarse el escenario que veremos en los próximos meses.

 

Y es que mientras docentes comprometidos con su trabajo y con verdadera vocación se capacitan para afrontar la nueva realidad de las clases a distancia, estos maestros de la muy vieja guardia quedarán evidenciados ante los padres de familia.

 

Sin estar en sus dominios (escuelas), estos docentes no tendrán más remedio que intentar trabajar con las nuevas tecnologías, aunque es un hecho que una computadora o una clase virtual no responde a gritos y sombrerazos, como están acostumbrados.

 

Los maestros están en la mira de los mismos padres y contra eso ni su sindicato será de defensa, pues todo quedará evidenciado.

 

Con esto también se terminarán las investigaciones contra el mal proceder de maestros, pues todo quedará grabado.

 

Qué más quisieran todos los padres de familia que esto solo sea un comentario equivocado de quien escribe esta columna, pero hay profesores que son muy buenos para gritar y muy malos para capacitarse.

 

Dice bien el dicho: “renovarse o morir”.

 

Universidad de la Salud, un gran paso

 

Pocos dimensionan el gran paso que se está dando con la apertura de la Universidad de la Salud en Puebla. Más allá de colores partidistas, todos deben reconocer este acierto del Gobierno del Estado.

 

La pandemia de COVID-19 nos dejó ver el maltratado sistema de salud que se tiene en México. En vez de quedarse cruzado de brazos y repartiendo culpas como Hugo López-Gatell, el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, buscó una solución.

 

Los beneficios se verán en unos años, pues con la formación de profesionistas de la salud comprometidos, nuestro estado estará más preparados para los retos que vengan a futuro.