En un momento donde las noticias corren a gran velocidad a través de Internet, la desinformación lo hace de una manera más acelerada y las teorías conspirativas que parten de un rumor toman todavía mayor fuerza debido a no existir hechos detrás que sustenten las noticias compartidas a través de la red. Un ejemplo de ello es el movimiento QAnon, una teoría conspirativa la cual empezó en las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram en Estados Unidos, pero se propaga cada vez más en Latinoamérica.
Asimismo, esta teoría afirma que el mundo está dominado por una sociedad secreta formada por demócratas adoradores de Satán, celebridades de Hollywood y multimillonarios que fomentan la pederastia, además de dar cabida a información de dudosa procedencia sobre argumentos en contra de las vacunas, el cambio climático y la gravedad de la pandemia por COVID-19.
Ese hecho llegó a los grandes medios de comunicación en el país estadounidense y en los recientes meses su visibilidad se ha magnificado en medio de los conflictos sociales y la incertidumbre respecto a la pandemia. Comenzó a tomar una gran relevancia en América Latina donde esta visión conspirativa parece ser el factor principal entre los grupos QAnons de Costa Rica, Colombia, Argentina, México, Paraguay, Brasil y otros países de Latinoamérica. Por esa razón, Facebook, Instagram y Twitter, decidieron tomar cartas en el asunto y eliminaron cualquier publicación, página o grupo relacionado con QAnon.
Los casos particulares de América Latina no se limitan a solo criticar la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sino también los políticos de cada país son blanco de acusaciones. En las páginas y grupos como: QAnon Costa Rica, Q Anon Argentina, QAnon Latinoamérica, QAnon Colombia y varios grupos QAnon formados en redes sociales se pueden leer publicaciones de noticias falsas, supuestas organizaciones para derrocar los gobiernos e, incluso se promueve el consumo de sustancias que pueden ser perjudiciales para la salud.
Desde este punto de vida, las teorías formuladas por QAnon en Estados Unidos y América latina están regidas por cuatro pilares que sostienen el sistema: la ciencia, economía, política y religión, eso permite encontrar varios factores en común y cuando alguna de esas instituciones carece de credibilidad, los Anons -como son conocidos los creyentes- buscan darle una razón a los conflictos de interés que existen en los sucesos políticos, económicos o sociales aprovechando la coyuntura y el poco interés de las personas por verificar los sucesos.
QAnon es una más de las teorías conspirativas circulando en internet, al igual que el Pizzagate o los daños a la salud que ocasiona la red 5G; todas estas teorías sin argumentos sustentables son investigaciones judiciales o científicas que carecen de tener instituciones respaldando la información, por lo tanto, no tienen un gran impacto en la vida cotidiana, pero sí puede alterar la perspectiva de las personas sobre temas de importancia o influir en decisiones como votaciones, ideales políticos o estar a favor o en contra de un movimiento social.