Defensores del federalismo tributario y la soberanía

Defensores del federalismo tributario y la soberanía

Consumada fue la separación de 10 titulares de los ejecutivos de igual número de entidades federativas, de la Conferencia Nacional de Gobernadores porque “ya no funge como espacio de deliberación para defender el federalismo tributario y la soberanía estatal. Hemos concluido que se ha alejado de su función y su espíritu en general. Vemos pocas, por no decir nulas posibilidades de su propia transformación y corrección en su integración actual”.

 

Según los 10 que presumen cuánto de la economía de México aportan los estados que gobiernan, “lo que permite aclarar que no hablamos desde una posición pasiva o de pedigüeños”, como si así se midiera a quién asiste la razón, la Conago ya no funge como espacio de deliberación… Hemos concluido que se ha alejado de su función y su espíritu en general. Vemos pocas, por no decir nulas posibilidades de su propia transformación y corrección en su integración actual”.

 

Evidente es la contradicción de los gobernadores Francisco García Cabeza de Vaca (Tamaulipas), José Rosas Aispuro (Durango), Diego Sinhue Rodríguez (Guanajuato) Martín Orozco (Aguascalientes) y Javier Corral (Chihuahua), los cinco de Acción Nacional. También los dos del Revolucionario Institucional: Miguel Ángel Riquelme (Coahuila) y José Ignacio Peralta (Colima); Silvano Aureoles (Michoacán) del naufragio del PRD, el “independiente” Jaime Rodríguez (Nuevo León) y Enrique Alfaro (Jalisco) del Movimiento Ciudadano, partido de Dante Delgado.

 

Por un lado juran que buscan “deliberar” para “defender el federalismo tributario y la soberanía estatal”, se entiende que respecto del gobierno de México y la Federación, mas no de sus partidos y grupos con los que pujan –desde que comenzó el sexenio del presidente Andrés Manuel– por la candidatura a la Presidencia de la República, cuando menos el que endeuda a Jalisco, lo ofende y reprime; el activo jugador de golf que resultó un fiasco para los chihuahuenses; así como el señor que se indigna porque sus presuntos vínculos con el narcotráfico son tema de muchos tamaulipecos. Y por el otro, se escinden de la Conago para luchar por lo que no lograron unidos los 32 gobernadores.

 

Y no por casualidad sino por causalidad, los que sueñan con despachar en Palacio Nacional responsabilizan de sus graves desatinos a López Obrador. Corral Jurado, por ejemplo, sentenció: “Al país se le quiere despedazar, ya cuesta mucho a México la manera en que se atiza la división nacional y se clasifica a los mexicanos según se coincida o no con lo que dice o hace el gobierno central”. Las no sé cuántas veces que Corral, incluso abucheado, estuvo en público junto a AMLO nunca expuso semejante despropósito.

 

¿Existe gobernante, plutócrata, delincuente con o sin cuello blanco, jerarca religioso, conservador u obradorista que busque –consciente o inconscientemente da lo mismo– “despedazar” al país? No sea usted demagogo gobernador Javier, contribuya al indispensable debate sin excomulgar a nadie, por favor. La política no es una secta religiosa.

 

Por el contrario, el presidente de la Conago y gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, postuló que “Vamos a seguir construyendo e incluyendo las voces de todos… si tratas de hablar de una agenda para todo el país hay que escuchar absolutamente a todos”. Lo que se busca es el espacio para seguir construyendo una parte de la agenda nacional. Y la decena dizque federalista por México tiene otras prioridades con la vista puesta en 2022 y 24, y una exigencia permanente de más y mayores recursos federales “aunque sean etiquetados señor presidente”, como dijo muy modosito el gritón tamaulipeco.