.gif)
La selva amazónica sigue en problemas, ya que después de los 28,892 incendios registrados en el año, un 40 por ciento podría convertirse en sabana por las sequías.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Nature Communications, la selva está a nada de convertirse en sabana, debido a que las precipitaciones están a un nivel similar estos ecosistemas.
Arie Staal, exinvestigador del Centro de Resiliencia de Estocolmo y autor principal del estudio, señaló que los hallazgos son preocupantes, debido a que el paso de selva a sabana está avanzando rápidamente por el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El estudio estuvo centrado en qué pasaría si las sabanas cubrieran toda la región tropical de la Tierra y si desaparecieran todos los bosques de los trópicos, descubriendo que el avance de los bosques afecta el periodo de lluvias, debido a que “crean la propia” con ayuda de las hojas que emiten vapor de agua y cae como lluvias.
Sin embargo, en el caso de las sabanas ocurre lo contrario, debido a que hay muchos lugares en donde la lluvia no es suficiente para mantenerlas, provocando que los bosques retrocedan por la falta de humedad.
La situación anterior aplicada en la selva amazónica demostró que con el paso del tiempo estas áreas pierden su capacidad de recuperación natural, volviéndose inestables, lo que permitiría el cambio de ecosistema al tipo sabana; incluso, una diminuta fracción podría conservarse con el clima actual, mientras que el resto se adaptaría.
“Una vez que se hayan ido, su recuperación llevará muchas décadas para volver a su estado original. Y dado que las selvas tropicales albergan la mayoría de todas las especies del mundo, todo esto se perderá para siempre", comentó el investigador Ingo Fetzer.
Al momento, se desconoce si los científicos continuarán analizando los efectos de las altas emisiones en la Amazonía y cuál sería el deterioro que sufriría esta área si se incluye una investigación sobre la expansión agrícola y la tala masiva.
