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Jorge Campos, apodado “el Inmortal”, “el Brody” e incluso “la Leyenda del arco”, este jueves llega a los 54 años de vida, histórico portero que brilló en los mundiales de 1994 y 1998 con la Selección Mexicana, y que vio terminada su carrera vistiendo la playera del Puebla en el 2004.
El 15 de octubre de 1964 en la comunicad del Plan de los Amates, en Acapulco, Guerrero, nació el hombre que revolucionó la posición del guardameta, ya que igual podía hacer lances felinos para evitar goles, que salir del área con el balón en los pies y comenzar las jugadas de ataque de sus equipos.
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En 1988 comenzó su carrera como futbolista profesional siendo parte de Pumas de la UNAM, equipo al que perteneció hasta 1995, lapso en el que consiguió un título de Liga, y en el que además se convirtió en un inamovible de la Selección Nacional.
Su corta estatura y su habilidad con las manos y los pies, aunados a los coloridos uniformes que usaba, lo hicieron un personaje que trascendió fronteras y que en la actualidad es conocido prácticamente en todo el mundo.
Atlante, Los Ángeles Galaxy, Cruz Azul, Chicago Fire, Tigres y el Puebla completaron la lista de equipos en los que jugó a lo largo de su carrera la cual llegó a su fin en 2004, luego de dos años en los que perteneció a la Franja, pero solo jugó 28 partidos.
Subcampeón de Copa América en 1993 y ganador de la Copa Confederaciones en 1999 con el “Tri”, Jorge Campos vive apartado de las redes sociales y que, más allá de su actual trabajo como comentarista de TV, pocas veces se le ve en público, lo cual no le resta méritos para ser uno de los históricos del futbol mexicano.
