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Un foco rojo de contagios de COVID-19 en México estaría llegando directamente de la fe de miles de mexicanos, que sin importar la contingencia sanitaria se muestran dispuestos a celebrar fiestas religiosas con nulas medidas de prevención.
Lo sucedido este miércoles en la CDMX con la celebración del Día de San Judas Tadeo debe ser una señal de alarma para las autoridades, pues pese a que el templo estaba cerrado, miles de personas se dieron cita para venerar a este santo católico.
