.gif)
Los deportistas por lo general adoptan un sobrenombre con el cual se les recordara el resto de su carrera, algunos de estos hacen plena referencia a sus características físicas, mientras que en otros casos este lo obtienen por sus cualidades como atleta, pero hay una lista de apodos de miedo que encabeza el otrora portero Alexandro “el Mostro” Álvarez.
Algunos apodos son merecedores de ser recordados en estas fechas cercanas a Halloween y Día de Muertos, pues en territorio azteca son varios los deportistas que su sobrenombre hace alusión a algo terrorífico.
La lista empieza con el portero que militó en el Puebla en la época del “Chelís” en 2009, Alexandro Álvarez, quien se ganó el apodo de “el Mostro” cuando militaba en las fuerzas básicas del Necaxa, pues una reacción alérgica que le dejó huellas en el cutis, fue el motivo por el cual se ganó este mote.
El siguiente es el ya fallecido Alfonso Escoboza “la Parka”, un famoso luchador mexicano de la empresa Triple A, quien es una leyenda por su característico atuendo que simulaba un esqueleto, siendo lo más cercano a “la Huesuda” o la Muerte, según se le conozca.
Continuando en la línea de los futbolistas no podría faltar el que para muchos ha sido el mejor extranjero que ha jugado en México, José Saturnino Cardozo, delantero paraguayo que encajó perfecto con los Diablos del Toluca ganándose a pulso el apodo de “el Diablo Mayor”, aunque es verdad que su sola presencia en la cancha resultaba más terrorífica que su sobrenombre.
Uno de los mejores futbolistas en la actualidad tiene un apodo digno de estar en esta lista. Hirving Lozano, a quien comenzaron a llamarle “Chucky” cuando militaba en las inferiores del Pachuca, pues se cuenta que era demasiado travieso y le gustaba asustar a sus compañeros cuando estaban concentrados previo a un partido.
El último en la lista no es como tal un deportista, pero su inmersión como árbitro en la Liga MX y su apodo logaron que pertenezca a esta “lista de miedo”. Odiado y temido por muchos, Marco Antonio Rodríguez o mejor conocido como “Chiquimarco” se gana su lugar gracias a su gran parecido con Carlos Espejel, comediante mexicano que tenía un personaje llamado “Chiquidracula”, mote que fue combinado con el primer nombre del silbante teniendo como resultado este chusco apodo que “da mucho mello”.
