¿Me da para mi calaverita? El origen de esta tradición

¿Me da para mi calaverita? El origen de esta tradición

Foto: Enfoque

Mientras en Estados Unidos los niños tienen su habitual “Dulce o Truco” para pedir caramelos de casa en casa, en México tenemos una tradición que parece no terminar, aunque se ha deformado un poco con las nuevas generaciones.

 

Nos referimos a la costumbre de niños y algunos no tan niños de salir a las calles a pedir para su “calaverita”, ya sea unos dulces o unas monedas para comprar golosinas, acción que tiene su origen en los albores del Siglo XX.

 

Se cuenta que en esos tiempos muchas personas no podían costear los gastos que se generaban en el funeral y sepelio de un familiar, por lo que salían a las calles y a casas de amigos a pedir cooperación para poder despedir a su ser querido como merecía.

 

En esa época, mucha gente apoyaba no solo con dinero, sino con comida e incluso bebida a los deudos, a fin de que el funeral se llevara a cabo. La costumbre la adoptaron los niños y cada 1 y 2 de noviembre comenzaron a salir a las calles a pedir su “calaverita”.

 

Las cosas fueron cambiando con el paso de los años, pues en un principio los niños solo salían con una vela en mano pidiendo su “calaverita”. Posteriormente hacían en cajas de cartón un rostro que era iluminado con su vela para pedir este apoyo.

 

Sin embargo, hoy en día vemos que el Halloween se ha mezclado con esta costumbre mexicana y los niños ya salen a las calles disfrazados de algún personaje de terror, aunque algunos se niegan a “agringarse” y prefieren salir vestidos de catrines y catrinas a pedir su “calaverita”.

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