Temporada de invierno y COVID-19 agudizan enfermedades como la EPOC y el asma

Temporada de invierno y COVID-19 agudizan enfermedades como la EPOC y el asma

Foto: Unsplash

El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son algunas de las enfermedades más difundidas alrededor de México y el mundo, además de que su evolución a padecimientos graves y potencialmente mortíferos es progresiva y suele ser silenciosa. Las llamadas exacerbaciones, es decir, episodios de agudización acompañados de infecciones bacterianas y otras complicaciones, son la cuarta causa de urgencias médicas, hospitalizaciones y muerte a nivel mundial, según el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de la Secretaría de Salud en México y los casos mortales de estas enfermedades pueden aumentar con la entrada de la temporada de invierno y la actual pandemia por COVID-19.

 

Ante esta situación, líderes de opinión y neumólogos de México, Centroamérica y El Caribe se reunieron en el marco de la VII Edición de la Alianza de Expertos en Neumología (ADEN) organizado por Boehringer Ingelheim, al cual tuvo acceso la agencia NotiPress. En este evento, los expertos se dedicaron a compartir conocimientos y experiencias con el objetivo de aumentar el alcance del diagnóstico y los tratamientos de estas enfermedades respiratorias, mismas que pueden mermar gravemente la salud y calidad de vida de quienes los padecen.

 

Según el Dr. Juan Carlos Vázquez García, autor de la Guía de EPOC y miembro del Comité de Educación Médica Continua de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax (SMNyCT), este tema es de atención prioritaria bajo el contexto de la temporada invernal y la pandemia por COVID-19: "Debido a la temporada invernal, los pulmones son la llamada zona cero para el COVID-19, lo que hace que trastornos respiratorios sean una gran preocupación, pues la infección por este y otros virus asociados a la estación puede aumentar la probabilidad de complicaciones y muerte en los pacientes que no llevan un adecuado control"

 

Caracterizadas por la inflamación y obstrucción de las vías respiratorias, el asma y la EPOC son trastornos de las vías aéreas que aparecen generalmente a partir de los 40 o 50 años de vida y afecta indistintamente a hombres y mujeres. Los síntomas incluyen tos, opresión en el pecho y sensación de falta de aire, entre otros. Ello ocasiona dificultades para realizar actividades debido a la contracción de los bronquios dentro de los pulmones. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las principales causas de este padecimiento a nivel mundial son el tabaquismo (así como la exposición pasiva a humo de cigarro), la contaminación ambiental, la inhalación de materiales y químicos irritantes o tóxicos en algunos lugares de trabajo y el haber sufrido de manera frecuente infecciones respiratorias a temprana edad.

 

De acuerdo con el Dr. Oscar Rodrigo Villalva Rosas, gerente médico del área respiratoria de Boehringer Ingelheim México, Centroamérica y El Caribe, los fármacos broncodilatadores son la "la piedra angular" del tratamiento de la EPOC y el asma y enfatizó que: "existe toda una gama de broncodilatadores inhalados, solos o combinados, que son esenciales en el tratamiento de primera línea o complementario, los cuales optimizan la función pulmonar, reducen la obstrucción de las vías aéreas, la disnea, las exacerbaciones y elevan la tolerancia al ejercicio físico, con el fin de mejorar la calidad de vida de los afectados".

 

Existen dos tipos de fármacos broncodilatadores para atender a los pacientes con EPOC. Los de rescate, de acción rápida y destinados a tratar los síntomas en cuanto aparecen, como el salbutamol y el bromuro de ipratropio encontrados en los inhaladores de asma tradicionales de polvo seco; y los de control, orientados a mantener al paciente sano y prevenir ataques futuros. Tal es el caso del bromuro de tiotropio, solución comercializada por Boehringer Ingelheim a través de dispositivos inhaladores como Respimat. Este presenta innovaciones tecnológicas que dispersan el medicamento de forma suave y prolongada, permitiéndole llegar al sitio donde se necesita sin sacrificar la posibilidad del paciente de respirar sin esfuerzo.

 

Tomando en cuenta los factores de riesgo mencionados, como la temporada de invierno y la preeminencia de enfermedades como el COVID-19, el Dr. Villalva enfatiza la necesidad de generar mayor infraestructura de atención médica para atender esta enfermedad de amplia difusión; además de aconsejar a los pacientes diagnosticados con EPOC o asma el no abandonar sus tratamientos y reducir el peligro de infecciones respiratorias mortales vacunándose contra la influenza.

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