Así fue como Alonso y Morales organizaron el terror del 1 de julio

Así fue como Alonso y Morales organizaron el terror del 1 de julio

Foto: Enfoque

La línea de investigación que debe seguir la Fiscalía General del Estado en la investigación a Manuel Alonso, Jesús Morales y Víctor Carrancá por la violencia desatada el 1 de Julio de 2018 es la de los integrantes del cuarto de guerra de la exgobernadora Martha Erika Alonso y de los candidatos, además de coordinadores, de los distritos de la zona metropolitana.

 

La tarde del 1 de julio de 2018 grupos armados sembraron violencia en la zona metropolitana y otras regiones del estado de Puebla con el fin de causar la invalidación de la jornada electoral y, con ello, evitar que el hoy gobernador Miguel Barbosa se convirtiera en titular del Poder Ejecutivo.

 

Fue la revisión de los padrones de promoción de votos, auditados por el equipo de Eukid C., la que alertó a Rafael Moreno Valle para activar esta medida que causó violencia grave en al menos 93 casillas de las 25 secciones electorales de Puebla capital.

 

Hoy, a través de las investigaciones del Gobierno del Estado, se sabe que el equipo de Eukid C. utilizó a José Cristhian N. alias “el Grillo” para causar esta ola de violencia. A su vez, este personaje se apoyó en Rafael “R”, alias “el Negro” o “el Costras”, para incendiar la capital.

 

Imagen Poblana consultó a testigos que estuvieron en los cuartos de guerra de las candidaturas a alcaldías y diputaciones. Con sus testimonios termina de completarse el cuadro de aquel día:

 

Poco después del mediodía, Rafael Moreno Valle, coordinador de la campaña de su esposa, tenía números rojos en cuanto a la confirmación de movilización de votantes.

 

Hay una operación en cuanto a estrategia electoral denominada Bingo. Los representantes de casilla completan listados de votantes promovidos por los líderes de colonia, sección o distrito. Así, el reporte de los representantes generales da un estimado de los votos movilizados.

 

A las 13:00 horas del 1 de julio, Martha Erika estaba abajo de Barbosa Huerta en este tipo de reportes. Entonces, el exgobernador decidió invalidar la elección a través de la violencia. Autorizó a Eukid C., hoy preso en el penal de mediana seguridad de Tepexi de Rodríguez, a causar ataques en distintas casillas de la zona metropolitana.

 

Para evitar que los operadores morenovallistas fueran lesionados, los coordinadores del voto recibieron un mensaje: “guarden a su gente, se viene el tema duro”, les escribieron. Otros mensajes advertían: “se desata la violencia, enciérrense”.

 

El operador de esta acción fue justamente Manuel Alonso, especialista en seguridad púbica que ha trabajado en diversos gobiernos municipales y estatales. En aquel entonces, estaba laborando al servicio del morenovallismo desde la Secretaría de Seguridad Municipal de Puebla capital y fue el responsable de evitar que las policías locales atendieran las llamadas de emergencia.

 

Jesús Morales, por su lado, tuvo la comisión de coordinar los puntos a donde llegarían los grupos armados de “el Grillo”. La intención era que, en caso de que no se invalidara la elección, al menos quedarían sin efecto las casillas donde hubiera más violencia, justamente donde Morena había ganado con mayor cantidad de votos.

 

El rastreo de las acciones de Alonso y Morales encontrará sentido en los mensajes de Whats App enviados a coordinadores de elecciones y candidatos. En los celulares quedaron guardados estos mensajes de prevención ante la violencia.

 

Las mismas fuentes consultadas por este portal permitieron saber que incluso el morenovallismo buscó un fallecido. Para invalidar la elección por violencia, un muerto por eso disturbios sería el elemento que esgrimirían los abogados panistas para invalidar la elección ante los tribunales electorales.

 

Pero al filo de las 17:00 horas, los números del morenovallismo comenzaron a mejorar, pues el reparto de recursos en la movilización electoral en casillas electorales comenzó a rendir frutos. Los representantes generales informaron de los votos que habían fondeado con el dinero repartido y en la proyección del conteo de votos Martha Erika resultaba ganadora.

 

Fue así como la operación de violencia aminoró, pero no se detuvo ya que el objetivo no era invalidar la elección, sino confirmar la autenticidad de los sufragios en las zonas donde se dio la compra de votos.

 

Las acciones de terror en la ciudad de Puebla ocurrieron entre las 15:10 y las 17:30 hrs. y se observó el mismo modus operandi. El Tribunal Electoral del Estado de Puebla anuló 59 casillas, pero ninguna de ellas por causa de los hechos violentos.

 

El 1 de Julio participaron comandos armados con armas largas, irrumpieron en casillas, dispararon al aire, intimidaron con camionetas una de las cuales se volcó, incluso- . El objetivo fue el de generar terror para que los votantes promorenistas dejaran de sufragar.

 

Las acciones violentas dejaron evidencias. Por ello, ahora el Gobierno del Estado ha ampliado la investigación a Víctor Carrancá, entonces Fiscal del Estado, quien debió dar seguimiento a los reclamos ciudadanos de aquel día de furia.

 

Esta semana, el gobernador Barbosa reveló que “el Costras” formó parte del equipo de “el Grillo”. "Pronto será materia de una investigación específica porque esos hechos pareciera que no ocurrieron ¿verdad?, parece que en ese entonces no ocurrieron, ni se abrió ninguna investigación por la entonces Fiscalía General del Estado ni ninguna policía ni la municipal que la manejaba Manuel Alonso ni la estatal que la manejaba Jesús Morales ni el fiscal que era Carrancá”.

 

Los funcionarios antes citados, dijo el mandatario, “tienen que ver mucho”, pues no hicieron nada para impedir los actos de violencia, que hicieron que Puebla se convirtiera a nivel nacional en uno de los estados donde las elecciones habían quedado manchadas por el terror de los grupos armados.

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