¡Otra vez la maldita política!

¡Otra vez la maldita política!

Sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero la política es la causa de prácticamente todos los males que azotan a nuestro país.

 

En tiempos complicados por la pandemia de COVID-19, la “clase” -con poca “clase”- política debería mostrarse un poco menos mezquina, pero esto parece que nada más no se les da.

 

¿A qué me refiero? A la próxima campaña de vacunación contra el coronavirus.

 

Esa que personas como usted, como yo, sin ninguna afiliación política y harta de estos mezquinos que quieren llevar las riendas de este país, quiere que ya se aplique la vacuna en el país.

 

Y es que antes de comenzar a idear la estrategia de vacunación, la manera en la que se va a transportar la vacuna y cuándo y dónde se aplicará, los gobernadores de la alianza federalista y el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, comenzaron un pleito absurdo.

 

En vez de unir fuerzas y buscar la manera en la que se distribuya la vacuna, federalistas y cuatritransformadores se enfrascan en dimes y diretes por la intención de los primeros de comprar vacunas por su cuenta.

 

Y no, amable lector, este desencuentro no es porque usted tenga acceso rápido a la vacuna y mucho menos porque estén preocupados por lo que sucede en México.

 

Todo, absolutamente todo, es la maldita política.

 

Lo mismo se puede ver en el “interés” de Marko Cortés, líder nacional del PAN, quien ha pedido un zar de vacunación para evitar que esto se use con fines electoreros.

 

El que en pan piensa…

 

Desgraciadamente, la vacuna de COVID-19 será un arma electorera de la oposición y de la 4T, porque así es México, donde se privilegia el interés de la clase política a las necesidades del pueblo.

 

Y esos que lucren con la desgracia serán de todos los colores, desde morenistas hasta panistas, pasando por priistas y verdeecologistas, sin olvidar a los insignificantes del PT y PRD.

 

Todo, amigos, todo es y será política en México.

 

No espere que se preocupen por su salud, pues que usted reciba la vacuna solo conviene porque representa un voto que puede ser la diferencia.

 

Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de la maldita política.