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Ayer en la noche la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) aprobó por mayoría un aumento del 15% al salario mínimo para 2021, será vigente a partir del primer minuto del año, por lo que pasará de 123.22 a 141.70 pesos diarios. ¿Qué impacto tendrá en la economía?
Con el nuevo aumento, el salario ha crecido 60% desde los 88.36 pesos que estaba al inicio del sexenio, esto significa que, en 3 años del gobierno de Andrés Manuel, el salario ha crecido el equivalente al que creció durante 9 años correspondientes a los gobiernos de Peña Nieto y Calderón, como se muestra en la gráfica 1.
También aumentó el salario de la zona de la frontera norte, que llegará a 213.39 pesos diarios. Recordemos que este salario fue creado al inicio del sexenio como una “cortina” que permita detener la migración hacia Estados Unidos y hacer equiparables los ingresos de los municipios fronterizos de México con los del país vecino. Esto significa que para estos municipios el aumento salarial acumulado es de 142% lo que quiere decir que en 3 años creció lo mismo que en los tres sexenios previos.
Elaboración propia
Cabe destacar que la junta de acuerdos de la CONASAMI es un órgano tripartito compuesto por una representación del gobierno, la parte obrera y la patronal. El aumento salarial para 2021 fue votado por mayoría porque la parte patronal votó en contra, pues consideró excesivo el aumento. Por el contrario, si bien el aumento salarial es mayor a los que se registraron en el neoliberalismo, está por debajo del aumento salarial del año pasado y está lejos de la recuperación necesaria del poder adquisitivo. En columnas anteriores divulgamos los resultados del Observatorio Internacional de Salarios Dignos de la Universidad La Salle que mostraban que el aumento debería estar en un orden de entre 19 y 23%.
Recordemos que durante la larga noche neoliberal los salarios perdieron más de dos terceras partes de su poder de compra, lo que pauperizó las condiciones de vida de la clase trabajadora en un macabro pacto entre la cúpula empresarial y los gobiernos en turno. Sin duda el proceso de recuperación salarial es uno de los hechos más tangibles de que la política económica se ha transformado.
Ayer también se anunció la inclusión de dos profesiones dentro de los tabuladores de salarios mínimos, el de trabajadores del hogar y agrícolas. En el caso de la primera profesión se trata en su mayoría de mujeres que han estado invisibilizadas durante mucho tiempo y poco se había avanzado en reconocer sus derechos laborales, a veces con el eufemismo de declararlas como “parte de la familia” se cometían abusos en sus retribuciones, a partir de enero será obligatorio que mínimamente se le paguen 154 pesos diarios.
Por su parte, los jornaleros agrícolas deberán recibir al menos 160 pesos diarios. Los trabajadores del campo también estuvieron abandonados a su suerte durante el neoliberalismo, lo que aumentó la migración hacia Estados Unidos. Se espera que con esta medida se acaben los abusos de terratenientes que, a la usanza porfirista, mantienen a muchos trabajadores en un estado de semi-esclavitud.
Aunque la reacción de las cámaras empresariales ha sido para declarar que los aumentos salariales generarán inflación, se están basando en una teoría que carece de comprobación empírica y que por tanto no resiste prueba científica. Todo lo contrario, se ha demostrado que los aumentos salariales no han aumentado la inflación ni tampoco han disminuido la cantidad de puestos de trabajo. En estos 3 años de aumentos extraordinarios de la 4T, la inflación se ha mantenido siempre en la meta propuesta por Banxico, que es inferior a la que se presentó en los sexenios de Peña Nieto y Calderón que mantuvieron salarios de hambre.
Además, en diversos estudios, también se ha demostrado que los aumentos salariales permitieron que los efectos de la pandemia no se sintieran con tanta fuerza en la población. Un mayor salario estimula la demanda agregada por lo que se espera un fortalecimiento del mercado interno y con ello recuperar más rápidamente el crecimiento económico.
Estamos conscientes que el aumento sigue siendo insuficiente, pero también que son muchas las presiones para no seguir con estas políticas de recuperación salarial, por lo que la única salida es la organización de los trabajadores para exigir mejores condiciones laborales y si la 4ª Transformación está en la lucha por estos derechos, caminar y construir en conjunto el gobierno obrero y popular, para que más nunca vuelva la oscuridad neoliberal.
*Profesor-Investigador Facultad de Negocios, Universidad La Salle México
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
Twitter: @BandalaCarlos
