Desde que comenzó el confinamiento por la crisis sanitaria en marzo de 2020, la digitalización se convirtió en un paso obligado para la subsistencia y crecimiento de las pymes. Ello debido al incremento en la demanda de pagos electrónicos ante la necesidad de prevenir contagios de COVID-19. Muestra de esto, las operaciones del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios se dispararon un 22% al inicio de la pandemia, según datos del Banco de México.
Para Jaime Márquez, director de nuevos negocios de STP, participante del SPEI, los métodos de cobro que manejaban las entidades financieras eran anticuados. "Hasta antes de la contingencia, estos negocios no tuvieron un motivo de peso que los hiciera migrar a la venta y cobro digital. Su esquema era recibir a sus clientes en las sucursales y hacer las transacciones en efectivo o una terminal punto de venta", afirmó para NotiPress.
Sin embargo "los locales tuvieron que cerrar, así que se vieron forzados a implementar esquemas digitales de venta y cobro. Era cuestión de abrir un canal digital para cuidar a sus usuarios y poder seguir dándoles beneficios." declaró Márquez. Ello, aunado a lo anterior, significó también un ahorro a los negocios en la forma de comisiones más reducidas.
Afirma Márquez, el futuro inmediato se definirá en dos tendencias: por un lado se deben implementar medios de pagos digitales que acerquen a las personas no bancarizadas al comercio electrónico. El segundo aspecto, aprovechar el crecimiento de los esquemas de pagos digitales de negocio a negocio.
Respecto a lo anterior, de acuerdo con la firma de consultoría iBe, las ventas combinadas de este sector ascenderán a 240 mil millones de dólares en 2024. Ello gracias a las ventajas que ofrecen a los comercios en cuestión de control de gastos, automatización de pagos y seguridad anti fraudes.
Otros estudios aportan datos interesantes sobre el comportamiento de los comercios en el tema de la transformación digital, principalmente en el comercio online. Un ejemplo es Impacto del COVID-19 en las Ventas en Línea de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), el cual arrojó las principales razones por las que los consumidores prefirieron comprar en línea. 55% de los encuestados afirmó que la razón principal era no querer salir de casa; 48%, evitar aglomeraciones y un 35%, las promociones y descuentos.
Posteriormente, un 34% resaltó las facilidades de entrega a domicilio; 31%, el poder comparar precios y variedad y un 30% adujo el poder encontrar productos no disponibles en tienda física. Estos datos revelan que los clientes ya bancarizados y digitalizados apreciaron una multitud de beneficios alrededor de los pagos en línea, más allá de la simple necesidad de evitar los contagios.
La tendencia marca que los pagos digitales seguirán en crecimiento, pero aún hay retos a considerar. Principalmente, captar a aquellas personas con la tecnología necesaria para hacerlos, pero que se encuentra fuera del sistema bancarizado. Por otra parte, seguir impulsando la digitalización de las pymes. El reporte de la AMVO también concluye que al menos el 87% de los encuestados seguirá asistiendo a las tiendas físicas, aunque en menor medida. Por lo anterior, tampoco puede afirmarse que los esquemas de pago tradicionales vayan a desaparecer por completo en el corto plazo.