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La Ciudad de México, capital del país, regresó hoy viernes a "semáforo rojo", o la alerta máxima, debido a un repunte de contagios de la enfermedad del nuevo coronavirus COVID-19 y una capacidad hospitalaria cercana al 75 por ciento, un nivel similar al de junio pasado.
La medida pretende superar el momento crítico reduciendo la movilidad de las personas y las posibilidades de contagio.
Por esta razón, a partir de mañana sábado serán suspendidas las actividades no esenciales en la capital del país, junto con las de su vecino estado de México hasta el 10 de enero próximo, explicó en un mensaje a medios el viceministro de Salud de México, Hugo López-Gatell.
La medida, dijo el funcionario, es una prioridad en materia de salud para proteger a las personas a pesar de que se verá afectada la zona económica y social más importante del país. Apenas la semana pasada las autoridades de la Ciudad de México lanzaron a la sociedad una "alerta por COVID-19", pero "no fue suficiente", agregó.
"La inercia de la epidemia en esta región requiere esfuerzos adicionales (...) se requieren medidas extraordinarias para lograr que las siguientes tres semanas se reduzcan contagios, hospitalizaciones y muertes principalmente" por COVID-19, explicó López-Gatell.
La Ciudad de México, epicentro de la pandemia desde el pasado 28 de febrero, acumula hasta este viernes 277,733 personas contagiadas y 15,083 fallecidos a causa de la enfermedad.
En ese sentido, López-Gatell apostó a reducir la movilidad controlando las actividades económicas no esenciales, siendo que las consideradas esenciales, ya estipuladas en la etapa de regreso en junio pasado de la llamada nueva normalidad, permanecerán en operación.
En la lista de actividades permitidas en las siguientes semanas entrará la venta de alimentos sin preparar y preparados exclusivamente en servicio de entrega, servicios de energía, servicios de transporte, de manufactura, de salud y servicios funerarios, así como de construcción, telecomunicación y financieros.
También se permitirá la fabricación y venta de medicamentos, talleres de reparaciones y refacciones, servicio tributario, de seguridad, obra pública, agua y servicios necesarios para la operación del gobierno de ambas entidades.
De acuerdo con las autoridades sanitarias del país, desde marzo pasado hasta el jueves se tiene un acumulado nacional de 1.289.298 casos positivos y 116.487 fallecidos por COVID-19.
