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China implementó pruebas rectales para identificar casos positivos por COVID-19 en personas que viajan desde otras regiones a su país, ya que expertos aseguran que este método es más eficaz que los test rápidos y de PCR.
La decisión fue tomada luego de que se registraran pequeños brotes locales de coronavirus, pese a que los viajes a este país se restringieron desde marzo del año pasado. Estas acciones suscitaron la publicación de diversas opiniones en redes sociales.
Al respecto, el doctor Li Tongzeng, del hospital You’an de Pekín, dijo que esta prueba “aumenta la tasa de detección de personas infectadas”, ya que el patógeno permanece más tiempo en el ano que en las vías respiratorias.
El test consiste “en un tacto rectal cuidadosamente realizado” en un consultorio médico, luego el especialista colocará un instrumento lubricado, llamado anoscopio, a unas cuantas pulgadas o centímetros dentro del recto; según los expertos puede causar alguna molestia, como ganas de defecar o sangrado leve.
Para este proceso, utilizado para la detección de enfermedades relacionadas con el área anal y la parte baja del recto, no es necesario prepararse previamente, aunque en algunos casos los especialistas proporcionan un laxante o enema para vaciar los intestinos.
Con base en una publicación de “Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology”, además del coronavirus, otros padecimientos que se pueden detectar con esta prueba son la incontinencia fecal, la enfermedad de Crohn (afección intestinal inflamatoria), enfermedades de tipo perianal benigna, como las hemorroides y las fístulas anales, además se puede diagnosticar el cáncer de útero y próstata, en mujeres y hombres, respectivamente.
