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Desde hace meses diversos panistas acusaban que Genoveva Huerta estaba destruyendo al PAN.
Por semanas la dirigente panista negó que su intención fuera la de afectar a su partido. Por el contrario, acusó que eran los enemigos del mismo quienes le señalaban de esa manera.
El tiempo pasó y hoy, a unos días del vencimiento para el registro de los candidatos a alcaldes, Genoveva Huerta demostró que, en efecto, su intención es la de destruir al PAN.
La razón detrás de este ataque interno por parte de Huerta es la de fraccionar lo más posible el voto panista en beneficio de Fernando Manzanilla.
Me explico.
El primer objetivo de Genoveva Huerta nunca fue el de ganar la alcaldía, sino el de lograr ingresar la mayor cantidad de regidores simpatizantes de Manzanilla al cabildo.
Como la ruta de Fernando termina en la gubernatura, la prioridad es incrementar las áreas de influencia en favor de Manzanilla.
Pero también la ruta incluye derribar a un posible rival.
Fernando Manzanilla sabe que la llegada de Eduardo Rivera a la alcaldía fortalece al panista como aspirante serio a la gubernatura.
Entonces, utilizando a Genoveva, Fernando busca dinamitar al PAN en la alcaldía y fortalecerlo en las diputaciones locales.
La intención es que, en la estrategia del hoy diputado federal, se desarrolle una bancada opositora que él presida y dese ahí construir su candidatura al gobierno del estado.
Manzanilla por encima del PAN.
Y Genoveva su operadora.
En la elección que viene podría ocurrir algo impensable: una elección de tercios. El candidato del PRI, contra el del PAN y contra Morena.
Genoveva busca una última pieza de su plan: colocar a su candidato en Acción Nacional y a la mayoría de regidores posibles.
Esta determinación podría llevar al PAN a la derrota, algo que Fernando tiene calculado e incluso espera.
Siempre la ruta del exsecretario de Gobierno fue el Congreso.
Y que el ayuntamiento se pierda para el PAN.
Esa es la ruta de Fernando. Habrá que ver qué deciden hace los panistas.
