Los mercados municipales de Puebla Capital se han convertido en un dolor de cabeza para autoridades y sociedad en general, debido a las deficiencias que tienen no solo en su infraestructura, sino en la manera de operar de sus locatarios y los abusos de sus líderes.
Ejemplo de lo anterior es el Mercado de Amalucan, uno de los centros de abasto con mayor rezago de la ciudad y donde los líderes comerciantes han buscado que la renovación anunciada por el Ayuntamiento de Puebla no se lleve a cabo.