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El gobernador Luis Miguel Barbosa sentenció que la entidad no asumirá el color naranja en el semáforo COVID-19 dictado ayer por la Federación, debido a que en el estado la cifra de contagios por coronavirus es muy elevada aún.
En rueda de medios, el mandatario afirmó que se mantendrán las restricciones dictadas en los decretos durante el semáforo rojo, expresando también su preocupación por la gravedad en la que llegan los pacientes COVID-19 a los hospitales.
“Hay una enorme preocupación por el número de decesos y la razón es el tiempo de llegada de los pacientes a los hospitales. Llegan en condiciones muy graves, llegan casi a morirse”, resaltó Barbos Huerta.
Por este motivo, el gobernador exhortó a los poblanos a aumentar sus cuidados y no caer en el relajamiento social, además de acudir de inmediato a los hospitales a recibir atención al presentar síntomas del virus, pues Puebla atraviesa un momento complicado de la pandemia.
En su oportunidad, el secretario de Salud, José Antonio Martínez García, informó que llegaron 42,500 dosis de la vacuna de AstraZeneca, antígeno que será ocupado para vacunar a adultos mayores de las zonas de alta marginación del estado.
En este tenor, precisó que será la región de la Mixteca la primera en recibir las vacunas, dejando en claro que la logística está a cargo de la Federación, por lo que el Estado estará apoyando en lo que se requiera.
De la misma manera, Martínez García dijo que mañana llegarán las vacunas de Pfizer para la aplicación de la segunda dosis al personal de salud que combate en la primera línea al COVID-19.
Respecto al avance de la pandemia, el secretario de Salud informó que durante el fin de semana se sumaron 814 nuevos contagios de COVID-19 en Puebla, llegando a un acumulado de 65,683 casos positivos.
En estos momentos hay 1,440 casos activos, 1,085 hospitalizados, 151 con ventilación asistida, y 8,681 defunciones.
