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El largo festejo de carnaval en Bolivia dejó este año 23 muertos, tres más que en la edición anterior, pese a que la pandemia de covid-19 hizo suspender los masivos festejos callejeros y los grandes y tradicionales bailes nocturnos en locales cerrados, informó la policía este miércoles.
"En cuanto a las muertes de carnaval encontramos un incremento producido, principalmente, por el influjo del alcohol en un 15 por ciento en relación al pasado año", dijo en conferencia de prensa el comandante general de la policía, Jhonny Aguilera.
Aunque los festejos públicos fueron suspendidos en gran parte del país, el Gobierno mantuvo los feriados del lunes y martes de carnaval, aunque la fiesta se prolonga en varias regiones por hasta seis días.
Aguilera señaló que el aumento de decesos contrastaba con una reducción general de diversos delitos e infracciones atendidos por los servicios de seguridad en reuniones familiares, hechos de tránsito y fiestas clandestinas.
El carnaval boliviano, cuyas celebraciones mayores transcurrieron entre el jueves 11, Día de Comadres, y el martes 16 (Día de Ch"alla a la Pachamama), suele ser ocasión de grandes aglomeraciones callejeras en torno a desfiles folklóricos, corsos y bailes, que este año fueron prohibidos en gran medida.
