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Científicos han calculado que el COVID-19 ha cesado una media de 16 años de vida a cada uno de los fallecidos durante la pandemia. El resultado lo han obtenido luego de contrastar la diferencia entre la edad de las víctimas al morir y la esperanza de vida según su país.
Para calcular este resultado, el equipo de investigadores procesó los datos de 1’279,866 muertes registradas en 81 países, y los publicó hoy en la revista Scientific Reports.
Este proyecto fue un trabajo en conjunto con científicos de centros de investigación y universidades de varios países; entre los autores principales del estudio destaca el español Héctor Pifarré Arolas, director de investigación del Centro de Investigación en Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Tras el análisis de los datos, los investigadores calcularon que la pandemia ha terminado con más de 20,5 millones de años de vida en los 81 países que comprendió el estudio, en promedio unos 16 años por cada muerte.
Además, casi la mitad de los "años de vida perdidos" (el 44,9 por ciento) corresponde a individuos de entre 55 y 75 años; el 30,2 en menores de 55 años y el 25 por ciento en mayores de 75.
Otro dato es que en los países en los que se observó las muertes por género, el número de años de vida perdidos ha sido muy superior entre los hombres que entre las mujeres. También comprobaron que las muertes por COVID-19 han sobrepasado a las de una gripe estacional.
Asimismo, Hector Pifarré precisó que escogieron para este estudio 81 países con datos fiables, y ha observado que en los estados "relativamente" desarrollados, incluido España, concentran una mayor parte de los años de vida perdidos en los tramos de edad más avanzados (mayores de 75 años); contrario a ello, en las naciones menos desarrolladas las pérdidas de años de vida se acentúan en los grupos de edad más jóvenes (menos de 55 años).
Al respecto, el investigador afirma que los datos obtenidos revelan que los años de vida perdidos a causa del COVID-19 en España son en promedio siete veces mayores que los resultantes de una gripe media, y sólo es superado por Italia y por Estados Unidos.
Sin embargo, explica que es posible que los perfiles de edad de las personas afectadas por el coronavirus cambien en los próximos meses, conforme avancen las campañas de vacunación y se compruebe el efecto de las distintas mutaciones del virus.
Por último, aclara que los resultados deben ser interpretados en el contexto de una pandemia "que aún no ha terminado y teniendo en cuenta que en muchos países hemos implementado medidas de contención excepcionales". Por ello "las estimaciones sin medidas de contención sugieren muchas más muertes y, por lo tanto, muchos más años de vida perdidos".
