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El último guerrero sobreviviente del exterminado pueblo indígena brasileño Juma falleció en un hospital de Porto Velho el pasado miércoles a causa del COVID-19. Se calcula que al morir tenía entre 86 y 90 años. De acuerdo con RT, la noticia fue dada a conocer por medios locales.
El 2 de febrero Aruká Juma fue trasladado al hospital de Porto Velho luego de presentar dificultades respiratorias y complicaciones por COVID-19, allí permaneció hasta el miércoles que fue declarado muerto.
Morre último homem indígena da etnia Juma em decorrência da covid-19 https://t.co/61KsgjrsiI via @UOLNoticias @UOL
— Emivaldo Aguiar (@emiaguiar) February 18, 2021
Él y 12 de sus familiares fueron diagnosticados con COVID-19 a mediados de enero. Días más tarde trasladaron al guerrero al Hospital Regional de Huamaitá, en el Amazonas, pero por la gravedad de su estado los galenos determinaron que fuera remitido a Porto Velho.
El pueblo de los Juma data de hace alrededor de 300 años. Entonces la comunidad indígena estaba compuesta por unas 15,000 personas, sin embargo, mineros y hacendados se apoderaron de su territorio por medio de masacres que redujo de forma drástica su población.
En el año 2002 los Juma estaban casi exterminados, ya que solo quedaban cinco personas: un padre con sus tres hijas y una nieta. Por esta situación, las hijas de Aruká tuvieron que casarse con miembros del pueblo vecino Uru-Eu-Wau-Wau, por lo cual sus descendientes ya no se consideran linaje puro de los Juma.
Tras fallecer, Aruká Juma le sobreviven sus tres hijas, 14 nietos, bisnietos y una hija de una relación con una indígena Uru-Eu-Wau-Wau.
