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Ante la emergencia sanitaria provocada por el COVID-19, gran parte de los establecimientos se mantuvieron cerrados para evitar mayores contagios, tal fue el caso de restaurantes, gimnasios y plazas. Aunque ahora estos establecimientos comienzan a abrir sus puertas para evitar una crisis económica, se realizaron estudios que comprueban que no acatar las medidas de seguridad en gimnasios sí aumenta los contagios.
Cada país tomó diferentes fundamentos para implementar las medidas de restricción, aunque la gran mayoría coincidió que establecimientos en interiores con gran afluencia debían cerrar momentáneamente. Conforme la pandemia se extendió por más tiempo, fue claro para los negocios como restaurantes y gimnasios que el cierre podría llevarlos a la quiebra.
Aunque los gimnasios abrieron o se mantuvieron abiertos con restricciones de seguridad delimitadas, estudios realizados en Chicago y Hawái evidenciaron que los contagios aún sucedían. En septiembre, un solo caso confirmado de COVID-19 llevó al contagio de 55 de las 81 personas asistiendo al gimnasio, mientras en Honolulu, Hawái, fueron 22 personas en tres gimnasios.
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Debido a esto, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos determinó que los gimnasios deben fortalecer sus medidas sin permitir fallas. En los estudios realizados se halló que gran parte de los contagios ocurrían por los hábitos de los asistentes y usuarios. Quitarse el cubrebocas, no respetar la sana distancia, gritar durante el entrenamiento, entre otras acciones fueron las causantes.
La principal razón para permitir la apertura de gimnasios además de la crisis económica para estos establecimientos o la salud mental de las personas fue un estudio que aseguraba su seguridad. Un estudio de la Universidad de Oslo determinó en junio de 2020 que no existía ninguna amenaza de propagación del virus SARS-CoV-2 en gimnasios.
Se monitoreó la salud de 3,764 personas donde la mitad asistían regularmente a cinco diferentes instalaciones deportivas. Los resultados mostraron que no hubo ningún contagio en alguno de los gimnasios siempre y cuando se siguieran las medidas sanitarias, como sana distancia y desinfección de espacios.
Mas la evidencia también apunta a los desafíos conocidos de aceptar la reapertura de los gimnasios y no acatar correctamente las medidas sanitarias. En la Ciudad de México las autoridades recomendaron no incluir las actividades cardiovasculares en establecimientos cerrados, además de siempre preferir por actividades al aire libre.
El CDC no anunció el cierre de los gimnasios por los contagios ocurridos, aunque sí señaló a los dueños de los establecimientos respetar las medidas sanitarias. A pesar del despliegue de las vacunas contra el COVID-19, aún los gimnasios y otros lugares cerrados deben mantener una buena ventilación y asegurar el uso de cubrebocas en todo momento.
